Jessica Ortega
“El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre, pero después que no llore cuando lo pisen”… una de las frases más icónicas de Emiliano Zapata pero también una de las que más definen la dignidad del pueblo de Morelos. Emiliano Zapata es un símbolo de lucha que nos enseñó que nadie debe supeditarse a un poder absoluto ni a figuras de autoridad que se erigen desde cúpulas y dejan de lado la voluntad del pueblo.
Hoy, a 105 años de la muerte del caudillo del sur, y en uno de los años más importantes para la democracia en México habría que reflexionar sobre el rumbo que queremos darle a nuestro país y a Morelos, recordando siempre la máxima de la dignidad que nos dejó como legado el hombre que en mucho le dio voz e identidad a las y los campesinos de Morelos y de México. Que el 2024 y el proceso electoral nos lleven a tomar espacios de decisión para honrar la memoria de quienes han muerto en la lucha por regresarle la dignidad al campo y a la gente.
