Carmelo Enríquez Rosado
Para poner fin a la guerra fratricida en los albores del siglo XX, en 1918, Zapata convino con Obregón un pacto donde éste reconocía al Plan de Ayala para incorporarlo en un proyecto de nación democrática, basada en la alianza de los sectores medios democráticos, los populares obrero-campesino. El valor estratégico en un proyecto de gobierno en cuyo seno se desarrollaría la matriz agraria morelense, proclamaba un proyecto de nación incluyente. [Hernández Chávez, Alicia. El Colegio de México]
Pero Carranza, receloso de tal pacto maquinó la traición y derribaron al hombre cuyos afanes revolucionarios encontraban eco en el naciente nuevo régimen.
Poco más de un siglo después el Plan de Ayala recobrará su verdor en el marco de la 4ª Transformación.
