por Teodoro Lavín León
Sin duda alguna, el proceso del Estado de México es el banderazo de salida para la sucesión presidencial. Aquí en Morelos, el que ha intensificado su campaña es el Secretario de Gobernación, Adán Augusto, que ha puesto espectaculares por todas las carreteras; hay, desde luego, algunos de Marcelo y otros de Claudia, pero el que parecía que no aparecería, que es el encargado de la política interna, cuya mano es notoria en los últimos tiempos.
La pérdida del Estado de México le pega directamente al PRI de Alejandro Moreno, y nos indica muchas cosas, primero que cuando un gobernador no tiene idea de lo que es una campaña y quiere perpetuarse dejando a sus amigos o poniéndolos a coordinar campaña a pesar de que sabía que no tenían buena relación con la candidata, es algo que afecta definitivamente el resultado. El trabajo de Alejandra del Moral de subir hasta acercarse a ocho puntos de diferencia no es del todo malo; si sumamos los votos de los dos estados el resultado da tres millones y medio de votos para cada uno, lo que pone exactamente iguales a Morena y la coalición. Ahora se necesita que la oposición diga qué va a hacer o qué va a cambiar para que la alianza funcione.
Por lo pronto, si analizamos los locales así van: Margarita está acaparando las bardas, y en los coleros de los camiones Juan Salgado Brito, Juan Ángel y Rafa Reyes se ven de manera constante; Lucy Meza como que empieza a desaparecer; y en lo que se refiere a los candidatos gubernamentales, Cecilia Rodríguez no para de reunión en reunión sin tanta parafernalia; y Víctor Mercado tiene muchas colas de camión y varios espectaculares, pero necesita mejorar a su equipo porque sus fotos son demasiado malas. La verdad, está complicado, no está fácil el resultado y las elecciones del domingo son un adelanto, pero tampoco nada determinante.
Por lo que se refiere a la coalición, es un verdadero desastre; al parecer no hay mucho acuerdo y los priistas con la ya fallecida CTM quieren que sea un general, que si bien nació aquí, nadie lo conoce. Se habla del Presidente Municipal de Cuernavaca, pero si la capital morelense está en el lugar 14 de las ciudades más peligrosas de mundo, creo que será imposible, ya que es el punto más sensible por el que los ciudadanos buscan el cambio; se necesita por eso un ciudadano sin partido y que tenga influencia con la sociedad civil, no sólo con los políticos. Tienen que ver más allá de sus narices y dejar de inventar candidatos nuevos que nadie conoce, sé que no es sencillo que te conozcan y en todo el estado no está fácil, pero si no es así, en una lucha contra los millones del gobierno federal y estatal para ganarle necesitan alguien en el que la gente crea, que sepa que puede tener defectos pero que es honesto y que dice la verdad, si no están fuera de manera clara. El Estado de México demuestra que un candidato de los que están en el gobierno por muy buena imagen y popularidad no sacó a votar a la sociedad civil, y si ésta no vota en Morelos, la alianza sea como sea no tendrá manera de ganar. Podemos ver muchas cosas, pero la candidatura a gobernador es fundamental para jalar las otras, y la de Presidente Municipal igual, tienen los de la alianza que olvidarse de ellos mismos y de los políticos que no sacan a la sociedad civil de sus casas; si hubiera votado en el Estado de México, la sociedad civil -la que salió a defender al INE- serían otros los resultados.
La tarea está clara y si no lo entienden no funcionará su unión, así tengan recursos que no les quedaron fáciles para la próxima elección; la fuerza del presidente es importantísima y hay que escoger candidatos que ganen las diputaciones federales, para no dejar que el presidente tenga el Congreso a su disposición; con claridad lo dijeron las elecciones del pasado domingo, y si no lo hacen, ellos no pasarán a la historia más que como los que querían y no podían.
La inseguridad está cada día más alta y estar Cuernavaca en el 14º lugar de las ciudades más peligrosas del mundo es una vergüenza para el alcalde y para el gobernador; nadie se salva, es su responsabilidad, a pesar y sobre sus pleitos, ellos son los responsables, los encargados, y las fallas son resultado de sus decisiones, y si no se dan cuenta que están mal, es que no sirven sus empleados y ellos mismos. La situación es caótica y la sociedad civil se está cansando y puede empezar a dar muestras de hartazgo. La verdad, estamos ya hasta la madre. ¿No cree usted?
