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(con escalas en la Ciudad de México y Oaxaca)

Por Raúl Silva de la Mora

Hace once años nació en Barcelona Ediciones Sin Fin, una editorial fundada por la editora argentina Ana María Chagra, y por el poeta chileno Bruno Montané, uno de los integrantes del Movimiento Infrarrealista, junto con Mario Santiago, Roberto Bolaño, José Peguero y Guadalupe Ochoa, entre otros. El nombre de esta poderosa acción cultural proviene del título del primer libro que publicaron, Sueño Sin Fin, una especie de compendio que en su momento hilvanaron Roberto Bolaño y Bruno Montané con la intensamente fragmentaria poesía que Mario Santiago Papasquiaro dejó inscrita en pedazos de papel, boletos, cajitas de cerillos y los espacios en blanco de los libros de otros.

Ediciones Sin Fin fue recibida con estas palabras, escritas por Ignacio Echevarría, filólogo, editor y crítico literario español:

“No pocos sellos editoriales son fruto, antes que nada, de una exaltada complicidad, de devociones compartidas, de apasionadas conversaciones que terminan convirtiéndose en conspiraciones para ver publicados determinados libros que de otro modo podrían tener dificultades para existir finalmente. Así parece haber ocurrido con Ediciones Sin Fin, el minúsculo sello editorial que en Barcelona acaban de impulsar Ana María Chagra y Bruno Montané, sin más objetivo que el de compartir unos pocos textos a los que ellos tienen acceso privilegiado y que estiman de común interés”.

Si uno examina el catálogo de Ediciones Sin Fin descubrirá que se trata de un castillo sólido y lleno de historia. Abunda la poesía, y los nombres de sus autores son una especie de constelación que no requiere de poderosos telescopios para ubicarlos: los peruanos Jorge Pimentel (Ave Soul y Tromba de agosto), Carmen Ollé (Noches de adrenalina) y Tulio Mora (Cementerio general y Aquí sobra eternidad); los chilenos Jorge Teillier (Poemas del País de Nunca Jamás), Helga Krebs (La curvatura de la manzana); los mexicanos Darío Galicia (La ciencia de la tristeza), Cuauhtémoc Méndez (Uso y abuso), Mara Larrosa (Ala prístina); la costarricense Eunice Odio (El tránsito de fuego), entre muchos otros títulos.

Uno de los títulos más recientes de Ediciones Sin Fin comprueba infinitamente su amor para dotar materia al maravilloso don de la lectura: Felisberto Hernández – Correspondencia reunida (1917-1958). Este autor uruguayo es uno de los grandes inventores de la literatura fantástica, cuyo heredero más notorio es el argentino Julio Cortázar.

Otra vertiente de Ediciones Sin Fin es el de las traducciones, en co-edición con

Ediciones Norteadas, de Madison, Wisconsin. Su primer título es la traducción del inquietante y muy simbólico poema de Mario Santiago Papasquiaro: Consejos de 1 discípulo de Marx a 1 fanático de Heidegger, en una traducción de Cole Heinowitz y John Burn.

Ediciones Sin Fin se presentará en México durante este mes de junio. Su primera aparición será en el foro cultural y cafetería La Bigotona, ubicada en la Plaza Moctezuma (Matamoros 20), de Cuernavaca, a las 6 de la tarde. Los anfitriones del evento serán Ana María Chagra, editora de Ediciones Sin Fin; el poeta infrarrealista José Peguero; y Raúl Silva, colaborador de esta editorial española. Posteriormente se realizarán presentaciones en la ciudad de México, en una verdadera fiesta infrarrealista que se realizará en el Foro Cultural Pájaro de Calor (Avenida de los Montes 37, colonia Portales), el viernes 16 de junio a las 4 de la tarde. La tercera irrupción de Ediciones Sin Fin será en la Biblioteca Andrés Henestrosa, (Porfirio Díaz 115), en el centro de Oaxaca, a las 7 de la noche. Presentan: el poeta y editor Alan Vargas, modera: el poeta Virgilio Torres.

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