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La enfermedad de Chagas, un problema vigente de salud pública en México

Celso Ramos*

El trabajo pionero del Dr. Carlos Chagas, a principio del siglo pasado, estableció los determinantes biológicos de la enfermedad que lleva su nombre. La enfermedad de Chagas (EC) es causada por el protozoario Trypanosoma cruzi, y es transmitido al hombre y a animales silvestres y domésticos por la exposición a heces de los triatominos o “chinches hociconas” infectados; por ser la EC compartida entre los animales y el hombre se le reconoce como una enfermedad zoonótica. 

La EC está ampliamente distribuida en países de Latinoamérica, incluyendo México, y más recientemente se han registrado casos en países no endémicos debido a las migraciones humanas de Latinoamérica. La EC es endémica en amplias regiones de México, y se han notificado casos principalmente en las entidades federativas del centro, sur y sureste del país; en particular, diversos estudios realizados en el estado de Morelos han mostrado la prevalencia de esta enfermedad dentro de la entidad.

Clínicamente la enfermedad de Chagas puede presentarse en forma aguda, indeterminada o crónica; sin embargo, su detección puede ser complicada para el personal médico del primer nivel de atención, ya que los síntomas de la fase aguda no son específicos, o inclusive ocurren casos asintomáticos. Los signos y síntomas de la fase aguda se caracterizan por una induración en la piel,conocida como “chagoma”, o por la inflamación de ambos párpados (signo de Romaña); las personas pueden tener fiebre, malestar general, cansancio, fatiga, dolor muscular y articular, e inflamación de los ganglios linfáticos regionales, entre otrossíntomas. Después de la fase aguda, que dura algunas semanas o meses, la enfermedad evoluciona a la fase indeterminada asintomática, que puede durar varios años. Finalmente, la EC puede evolucionar a la fase crónica, con afectación cardíaca (cardiomiopatía chagásica), del tracto gastrointestinal (megaesófago y megacolon) y del sistema nervioso central.

Entre las principales vías para adquirir la EC destacan la transmisión natural o vectorial, por transfusión sanguínea, de madre a hijo, por trasplante de órganos, por vía oral y por accidentes de laboratorio. El diagnóstico de la EC se realiza con técnicas enfocadas en la búsqueda del parásito en la sangre (fase aguda) y la detección de anticuerpos en el suero (fases indeterminada y crónica). En México, el diagnóstico se hace en los Laboratorios Estatales de Salud Pública (por ejemplo, el LESP-Morelos); además, los bancos de sangre realizan el tamizaje de la enfermedad de Chagas en los donadores, lo cual garantiza el uso seguro de la sangre y/o sus derivados. En la fase crónica de la enfermedad se utilizan estudios especializados para detectar y tratar la afectación cardíaca y/o gastrointestinal.

Para el tratamiento de las fases aguda e indeterminada de la EC se emplean principalmente los medicamentos Benznidazol y Nifurtimox, que son otorgados por la Secretaría de Salud; el tratamiento debe estar supervisado por personal médico, ya que es de larga duración y pueden presentarse efectos adversos, por lo que existe el riesgo de que el paciente lo interrumpa.Actualmente se realizan investigaciones enfocadasen la búsqueda de nuevos medicamentos o combinaciones que tengan un mayor efecto terapéutico; la iniciativa sin fines de lucro Drugs for Neglected Diseases Initiative (DNDi) y otras instituciones de investigación de Latinoamérica están desarrollando mejores medicamentos para el tratamiento de la enfermedad, incluyendo los casos pediátricos.

Entre las medidas de prevención y control de la EC se incluyen: evitar el contacto con los triatominos mediante el mejoramiento de las condiciones de la vivienda; colocar mosquiteros y mallas en puertas y ventanas, y evitar la convivencia cercana con animales domésticos y silvestres. Para controlar los triatominos se recomienda el uso de insecticidas, los cuales deben ser aplicados por personal entrenado y respetando las medidas de bioseguridad, sin olvidar que el uso continuo y no supervisado de los insecticidas tiene impacto ambiental. 

A pesar de la investigación en el desarrollo de vacunas para prevenir esta enfermedad, actualmente no existe ninguna que esté autorizada para uso en humanos y animales. En las viviendas de las áreas endémicas, el perro es el principal reservorio del parásito, y la ocurrencia de la enfermedad en estos animales implica un riesgo para los humanos, particularmente cuando existe una convivencia entre perros, humanos y triatominos. La exposición a los animales silvestres infectados y el manejo de éstos son un riesgo para biólogos, médicos veterinarios y cazadores, entre otros. 

Finalmente, la estrategia Una Salud, que tiene una visión integradora de la salud humana, animal y ambiental, considera la enfermedad de Chagas como ejemplo de modelo holístico para establecer convenios de colaboración multisectorial ytransdisciplinaria; ello da la pauta para coadyuvar en el diseño de estrategias integrales de prevención y control que incluyan, además, la participación social a través de actividades de promoción, educación y autocuidado de la salud.

* Especialista en salud pública. Invitado por el Dr. Eduardo C. Lazcano Ponce.

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