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Roberto Abe Camil*

El flagelo de la inseguridad entraña la prueba más difícil de remontar en los últimos cien años en Morelos. Si bien es cierto que el territorio morelense, aun desde antes de la creación de nuestra entidad ha sorteadosituaciones graves en cuanto a las vidas y bienes de sus habitantes, lo que hoy se vive pone en riesgo el imperio del Estado de Derecho, la gobernabilidad y por ende la vida cotidiana de quienes aquí vivimos en el campo y los núcleos urbanos.

La llegada de un nuevo siglo siempre trae la esperanza de prosperidad y tiempos mejores, en Morelos el paso hacia el siglo XXI no fue la excepción, aun con las naturales dificultades de construir un porvenir, los morelenses labraron en el siglo pasado un futuro promisorio que desafortunadamente se estancó en el cambio de milenio. Ahora de cara a las elecciones del año próximo y cuando Morelos vive una situación de zozobra e inseguridad que nada tienenque envidiar a las jornadas más aciagas de la Revolución del Sur, surge la propuesta del General Alfonso Duarte Múgica para reencauzar los destinos de Morelos. La aspiración del General Duarte para ser gobernador de su tierra representa una opción fresca, legitima y ciudadana, un perfil que por sus resultados en una probada trayectoria de media centuria de servir a México, es garantía de un golpe de timón para sacar a Morelos de la tormenta y llevarlo a un puerto de abrigo.

Morelos ha tenido diversos gobernadores de origen militar, partiendo de nuestro primer gobernador Pedro Sainz de Baranda, seguido por el primero constitucional Francisco Leyva, el héroe Carlos Pacheco, Jesús H. Preciado, Manuel Alarcón y Pablo Escandón. Durante el periodo revolucionario se sucedieron gobiernos militares desde Ambrosio Figueroa el acérrimo enemigo de Zapata a Juvencio Robles, la versión local del chacal Huerta y el veterano federal Pedro Ojeda, pasando por zapatistas como Genovevo de la O hasta llegar al restablecimiento del orden constitucional en 1930 con Vicente Estrada Cajigal.

En el México posrevolucionario, Morelos fue gobernado por Elpidio Perdomo, Rodolfo López de Nava, Norberto López Avelar paradójicamente uno de quienes abatieron a Zapata y por último Jorge Carrillo Olea entre 1994 y 1998.

Todos los anteriores llegaron al poder derivado de momentos particulares de nuestra historia como lo fueron la República Restaurada, el Porfiriato, la Revolución, el sistema del partido único y el fuerte presidencialismo, Duarte representa en cambio, los aires del cambio que viven y necesitan el estado y el país ante la más grave crisis de seguridad y gobernabilidad en su historia reciente. En descargo a lo anterior es importante destacar que no es un aspirante oficial, que no responde a ningún actor o grupo político como quienes se resisten a perder privilegios o prebendas lo manifiestan, que es un soldado siempre institucional que lleva cuatro años en la honrosa situación de retiro. A su vez es un morelense ejemplar, ejidatario de más de tres décadas, honrado en sus bienes y conducta que se dedicaba al campo hasta que sus paisanos al tercer intento lo convencimos de poner su capacidad para encontrar una solución real y posible a los problemas de Morelos, pues como él dice: “el estado no aguanta seis años más”

En Morelos la tarea por llevar a cabo es titánica, no puede ser labor de un solo hombre, necesita la participación de toda la sociedad, pero bajo la suma de un liderazgo que hasta el día de hoy no hemos encontrado. Duarte a la par de su experiencia militar también tiene estudios en Administración pública,dirigió entre otras cosas los esfuerzos de la reconstrucción del istmo de Oaxaca tras los sismos de 2017, levantando escuelas y hospitales. Su tesis demaestría en el INAP versa sobre la pobreza como un factor que infiere en la seguridad nacional. La solución para Morelos que entiende y sabe no será fácil, la resume en un frase certera y concreta: “A mayor seguridad pública, mayor desarrollo económico y social” 

La elección del 2024, está a la vuelta de la esquina, se vienen jornadas complicadas, así como un dispendio y derroche de recursos públicos en proselitismo electoral por parte de muchos de los contendientes, pero también la propuesta honrada, congruente y legitima de un genuino perfil ciudadano como el del General Alfonso Duarte.

*Escritor y cronista morelense.

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