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Miguel A. Izquierdo Sánchez

El municipio de Jiutepec, por más de 30 años, ha figurado en el conjunto de municipios del país por su crecimiento y por su alta densidad poblacional. Otro indicador en el que ha destacado es el porcentaje de mujeres jefas de hogares: en el Censo del 2010, era un 27% de hogares presididos por una mujer, y en el Censo del 2020, pasó a 36%. Sin duda, ellas aportan a la economía familiar y al cuidado de los miembros del hogar; como lo revela la última encuesta de uso del tiempo, las mujeres jefas de hogar le dedican semanalmente en promedio al trabajo 65 horas, repartido en 40 horas al trabajo para el mercado y 25 al no remunerado en sus hogares. No obstante, esa gran carga de trabajo, como veremos, las mujeres de Jiutepec también le dedican tiempo a la acción ciudadana en torno a la salud y el cuidado del medio ambiente.

Sólo por mencionar algunas de sus acciones recientes se pueden citar: su participación en el movimiento ciudadano por clausurar el basurero a cielo abierto, como por conseguir que los responsables de operar ese basurero resarzan los daños a la salud causados a las personas afectadas y se saneé y remedie el predio del tiradero; también han denunciado lo que está ocurriendo en torno a “la mina de Tezontepec”.

Son ya más de 3 meses del incendio en el enorme y clandestino basurero de Tezontepec, apenas a un kilómetro del centro de Jiutepec. Durante esta contingencia, mujeres de las colonias vecinas han desempeñado liderazgos de varios tipos que se ocupan en registrar, difundir, proponer, y exigir a las autoridades, medidas y condiciones de las derivaciones de dicho incendio. La permanencia del incendio se expresa diariamente en fumarolas que aparecen día y noche; las cuales causan cada vez más enfermedades graves tanto en su prole como en las de sus vecinas y vecinos, dañando la salud de decenas de miles de habitantes de la región, así como daños irreparables al medio ambiente, causados por emisiones venenosas, prohibidas por letales, conforme a la legislación ambiental vigente en el país y fuera de él.

La generosidad de estas mujeres da para pensar y también actuar, movilizándose no sólo en favor de sus familiares y vecinos, sino también en favor de quienes se les oponen en su lucha, pese a que unos y otras, respiran los mismos venenos. Su conciencia social, colectiva, es sin duda superior: luchan sin egoísmos, por todas, por todos, incluso en favor de las familias de quienes han lucrado con ese basurero ilegal. Ellas son mayoría, entre las personas movilizadas, han sido las principales promotoras de las acciones legales emprendidas, visitando casa por casa, al grado de conseguir firmas para que las autoridades atiendan las justas peticiones, que han conjuntado a un 57% de mujeres firmantes.

A la desgracia del basurero clandestino se le suman otras ¡hay tantas anécdotas y vivencias que deben ser registradas! en torno al surgimiento de “la mina de Tezontepec”, como es el caso de que por excesos de extracción provocó el derrumbe de varias casas vecinas, la inminencia del derrumbe de la Calle entera de los Doctores…y tantos daños a la sociedad por las cuales luchar, no sólo para vecinos de Jiutepec.

¿Qué nos dice el ejemplo de las ciudadanas de Jiutepec?

Quisiera que las respuestas, seguramente muchas y entrelazadas, podrían encontrarse entre decenas de estudiantes de las universidades de la región con sus prácticas profesionales o en proceso de realizar sus tesis. Que se valorara el rol de las mujeres y de sus familiares que abordan este movimiento, desde varias perspectivas, igualmente valiosas: antropológica, social, comunicativa, política, entre otras. Que estudiantes de biología, geología, ingeniería, historia, etnografía documentaran los hechos y procesos interesantísimos que están ocurriendo en estos días en la interacción con las autoridades y vecinas/os. Invitamos a los responsables de Prácticas Profesionales y del Servicio Social de las universidades, a los directores de tesis, a acercarse a estos graves problemas sociales actuales, para que sus estudiantes contribuyan desde las ciencias, todas ellas, a su solución. Les dará orgullo, grandes satisfacciones hacerlo y mucho aprendizaje profesional y de vida, están a tiempo de acercarse.

¡Que se comunique con las mujeres de Tezontepec! ¡Aprenderán tanto!

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