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Hace algunos días comentábamos en este espacio el hallazgo del Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes (TUJA) del estado, que detectó que algunos menores de escuelas de nivel básico eran obligados a vender droga. Ayer, la Secretaría de Desarrollo Humano y Participación Ciudadana de Cuernavaca informó que se han encontrado estudiantes de primaria que acuden a la escuela bajo los influjos de drogas o alcohol.

No toda la culpa se le puede atribuir a los padres y madres de familia: en el primer caso -el de los niños que venden droga- se encontró que algunos conocidos o vecinos les facilitaban los estupefacientes; en el segundo caso -el de los niños que consumen alcohol o drogas- resulta que “alguien” les podría ofrecer las sustancias antes de entrar al plantel.

Desde luego, en ambos casos debe haber adultos involucrados y la situación ameritaría una investigación de fondo para que los responsables acaben en la cárcel.

No importa cuántos casos se comprueben, como dijo Adriana Fernández, directora del TUJA, uno solo basta para encender las alarmas. Y el caso de los niños drogados o alcoholizados en Cuernavaca resulta más preocupante si se considera que solamente se visitaron veinte primarias.

La drogadicción y el alcoholismo juvenil en Morelos no es un fenómeno nuevo y ya se había detectado por lo menos desde 2016, la última fecha de actualización que tiene en línea el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, que depende del gobierno de la República.

De acuerdo con estos datos, desde hace siete años la prevalencia del alcohol y de drogas en Morelos está por arriba de la nacional en el rango de 12 a 17 años. En cuanto al consumo diario de alcohol entre adolescentes, la prevalencia en Morelos era de 3.5, mientras que a nivel nacional era de 2.6; en el consumo excesivo, en Morelos la prevalencia era de 16.2 por ciento, mientras que la nacional fue de 15.2.

Y en cuanto al consumo de drogas, los jóvenes morelenses también superaban los promedios nacionales.

Información más reciente, del segundo semestre del 2022, del Sistema de Información Epidemiológica del Consumo de Drogas -es decir, también información oficial- coloca a Morelos en el segundo lugar de consumo de heroína a nivel nacional y en el séptimo de uso de cannabis, entre los usuarios de los Centros de Integración Juvenil.

Las estadísticas solo comprueban que se está ante un problema y que ni el TUJA ni las autoridades de Cuernavaca están siendo sensacionalistas, al contrario: habría que valorar sus esfuerzos por lo menos por detectar el problema, cuando estamos habituados a que se oculten los problemas para no enojar a nadie y a la tendencia de algunas autoridades por descalificar las malas noticias.

Pero esta situación no apunta a la popularidad o a la fuerza política de nadie, sino a una problemática que se debe atender de manera urgente, como no se ha hecho por lo menos en los últimos siete años. No debemos dejar solos a nuestros niños, ni a nuestros jóvenes.

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