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Moda: un peligro latente

Gilda Reyes

¡El clima está loco! Por supuesto que esta es una idea que ha rondado por tu cabeza, pues estos últimos meses el calor ha sido insoportable y los cambios bruscos de temperatura son más frecuentes. Por mínima que sea la actividad que realices, en unos cuantos minutos te encontrarás exhausto y con una sensación de calor tan sofocante que ni hablemos de salir a la calle entre las dos y tres de la tarde.

Hay que afrontarlo, las consecuencias del cambio climático se viven hoy, no en un futuro. Este tema es uno de los más recurrentes en la agenda política mundial, miles de organizaciones y cientos de gobiernos están en constante lucha para abatir los efectos ambientales provocados por la contaminación, pero ¿sabías que la industria de la moda es uno de los principales agentes contaminantes de nuestro planeta?

Así es, nosotros, los seres más “inteligentes” que habitan este planeta estamos acabando de manera consciente con nuestro hábitat.

La industria de la moda oculta un lado oscuro que merece nuestra atención urgente, a este fenómeno se le conoce como Fast Fashion, y su traducción literal es “moda rápida”, pero para empezar… ¿Qué es esto?

La moda rápida no es necesariamente un estilo de ropa, sino que hay que entenderlo como un modelo de producción industrial que busca la velocidad y comercialización constante de prendas. Además, sigue cada tendencia por pequeña que sea, para ponerla al alcance de las masas. En pocas palabras, el costo de la ropa es cada vez más barato y las piezas se vuelven más desechables para el consumidor.

Esta práctica implica un uso excesivo de plásticos en forma de “tela”, como el poliéster, que se deriva del petróleo. Estas fibras sintéticas son utilizadas en una amplia gama de prendas de vestir y representan una gran parte de la ropa producida en la actualidad. El 99% de todos los plásticos en el mundo se producen a partir de productos químicos derivados del petróleo, un recurso no renovable y altamente contaminante.

El problema se agrava debido a la forma en que se produce y se consume la moda rápida. El 60% de los plásticos producidos, incluidos los utilizados en la industria de la moda, terminan en vertederos o en la naturaleza. Esto significa que una cantidad significativa de plásticos utilizados en la producción de prendas no se recicla adecuadamente, lo que contribuye a la acumulación de residuos plásticos en océanos y otros ecosistemas.

Si bien el año 2050 puede parecer lejano, un estudio alarmante revela que para esta fecha habrá más residuos plásticos que peces en el mar. Es esencial abordar la problemática y adoptar un enfoque más sustentable en la industria de la moda. Esto implica reducir la dependencia de fibras sintéticas, fomentar la producción de materiales sostenibles y reciclables, promover la reutilización y el reciclaje de prendas de vestir, y fomentar un consumo consciente y responsable por parte de los consumidores.

La transición hacia la moda sustentable no solo ayudaría a abordar la crisis de contaminación por plásticos, sino que también beneficiaría a los trabajadores de la industria de la moda, promovería la equidad social y la preservación de recursos naturales, pero éste será tema de una próxima columna. Nos leemos en la siguiente entrega, mientras tanto te comparto esta frase de la periodista y activista Lucy Siegle: “La moda rápida no es gratis… alguien está pagando el precio”.

¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches y hasta la próxima!

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