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Flora Guerrero Goff *

Ya es más que evidente lo que ambientalistas y científicos han advirtido durante años: el cambio climático está aquí, es real, y, lo peor, es sumamente peligroso y devastador. En días recientes el secretario de la Naciones Unidas, (ONU) declaró, “Hemos pasado de la era del calentamiento global a la era de la ebullición” es decir, que el calentamiento global alcanzó un punto crítico que provocará una serie de eventos extremos, cambios drásticos en el clima y el derretimiento acelerado de los casquetes polares.

A partir de la inusitada falta de lluvia y calores extremos que azotan al planeta, justamente a causa del cambio climático, mucha gente ha comenzado a tomar en cuenta a los árboles ante los abrazadores rayos del sol, se ha ido reflexionado y dándose cuenta de lo indispensable y estratégicos que son los árboles, no solo por el oxígeno que generan y el dióxido de carbono que capturan, y otros beneficios ambientales que nos brindan, sino por la sombra y frescura que generan al reducir la temperatura que alivia considerablemente el sofocante calor extremo. Sin embargo, quienes han ido tomando consciencia sobre la importancia de los árboles sigue siendo la inmensa minoría a nivel mundial.

Dada la grave situación del cambio climático, es hora de darle su lugar a los árboles y bosques urbanos de las ciudades. Por lo tanto, es vital y urgente que los árboles urbanos se traten adecuadamente y se generen proyectos de arborización en las ciudades, (plantación de árboles) supervisados por arboristas quienes tienen el conocimiento técnico y científico sobre los árboles urbanos. Se trata de expertos en el área que generalmente pertenecen a agrupaciones de asociaciones arboristas principalmente en Europa, Estados Unidos y Canadá. En México existe la Asociación Mexicana de Arboricultura, (AMA). Aunado a esto, los tres niveles de gobierno tienen la obligación de impulsar proyectos de ciudades verdes a través de los programas de Desarrollo Urbano Sustentable y de Ordenamiento Ecológico del Territorio.

Para fundamentar aún más esta exposición sobre cambio climático, árboles y bosques urbanos, ciudades verdes, he querido agregar extractos del articulo de Raquel Saracho titulado “Por qué las zonas verdes son clave contra el cambio climatico,” publicado en redes sociales por Green Globe con sede en Sevilla, España.

Por qué las zonas verdes son clave contra el cambio climático

“Más de la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas y este porcentaje seguirá creciendo, esto nos hace pensar en la importancia que tiene una adecuada gestión de estos espacios, donde se produce la mayor concentración de contaminantes, ruidos y emisiones.

El 80% del dióxido de carbono emitido a la atmósfera procede de áreas urbanas.  

Las investigaciones han determinado en la última década la importancia que tiene los sumideros (áreas verdes) de carbono para regular la cantidad de este gas presente en la atmósfera, la vegetación es uno de los principales sumideros de carbono al ser capaz de capturar este gas mediante la fotosíntesis y concentrarlo en las ramas, tronco y hojas de los mismos. Por tanto, la conservación de las masas verdes es vital para regular el ciclo del carbono, en este sentido, cuando hablamos de masas verdes pensamos en grandes bosques o selvas, se estima que un 1 km² de bosque genera 1.000 toneladas de oxígeno al año, pero en nuestras ciudades también existen un gran número de sistemas verdes  formados por árboles que nos aportan multitud de beneficios: regulan la temperatura, nos aportan belleza, depuran el aire, retienen el agua de lluvia, son cobijo de especies animales y capturan importantes cantidades de CO₂.

La Organización Mundial de la Salud, (OMS) determina que la superficie mínima de zona verde por habitante debe ser de 9 m², o dicho de otra manera 1 árbol por cada 3 habitantes, sin embargo, en la mayoría de las ciudades no se cumple este valor.  Esto nos hace ver la importancia de la planificación urbanística y de la ordenación del territorio en la evolución de las ciudades, en este caso la responsabilidad recae en el Plan General de Ordenación Urbana de la Ciudad y en las planificaciones que derivan del mismo.

Si en el desarrollo de las ciudades tenemos en cuenta conceptos como la cercanía a servicios públicos o la creación de nuevas infraestructuras como carriles bici, también sería muy interesante incorporar la vegetación urbana no solo como zonas de esparcimiento y ocio, sino como auténticos sumideros de CO₂ y pantallas frente al ruido y la contaminación”. Artículo completo: https://www.greenglobe.es/zonas-verdes-clave-cambio-climatico/

Actualmente en Cuernavaca se está actualizando el Programa de Desarrollo Urbano Sustentable y el Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial del Municipio donde los ambientalistas estamos participando para incidir hacia una ciudad verde con la reducción del crecimiento urbano, conservación de árboles urbanos y áreas naturales protegidas.

*Flora Guerrero Goff. Ambientalista, Integrante del Consejo Directivo de la Fundación Biósfera del Anáhuac, A.C., Iniciativa Bosque de Agua, integrante del Comité Ejecutivo del Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial de Cuernavaca, y directora de Guardianes de los Árboles, A.C. fguerrerogoff@gmail.com

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