loader image

Fiebre rosa 

Gilda Reyes 

 

Barbie se ha convertido en un fenómeno mundial; no es casualidad que haya sido la película más esperada del año. Margot Robbie protagoniza la historia de la famosa muñeca, un ícono de belleza y moda que siempre nos inspira con su lema «sé lo que quieras ser». Sin embargo, el interés general se centra en descubrir el nuevo rol de Barbie en una sociedad que busca mayor inclusión y feminismo, muy distinto a la época de los años 60 en la que se lanzó al mercado.

Dentro de las diversas vertientes que se pueden analizar en esta película, nos centraremos en la “fiebre rosa» que ha capturado la atención del mundo entero. Este color ha estado presente en la moda y en la historia desde siempre, y ahora se ha convertido en símbolo de la muñeca más famosa. No obstante, esto no siempre fue así; en el pasado, el rosa simbolizaba masculinidad.

Remontémonos a la Edad Media en Europa, cuando los hombres pertenecientes a la nobleza comenzaron a popularizar este tono. Su aceptación fue tan notable que incluso la iglesia católica optó por adoptarlo como un símbolo de poder. A pesar de que inicialmente estaba reservado para las clases más adineradas, empezó a ser incorporado en la vestimenta y los accesorios de los niños varones. Esto se debía a que, al ser derivado del rojo, evocaba fuerza y masculinidad. Dado que los niños eran considerados hombres jóvenes, el rosa se veía como el rojo en versión reducida. Sin embargo, no fue sino hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX cuando este matiz comenzó a ganar popularidad entre las mujeres de esa época, desempeñando un papel destacado en las colecciones de moda. A partir de ese momento, el rosa comenzó a asociarse gradualmente con lo femenino.

En un nivel más profundo, la película de Barbie y el significado del color rosa convergen en el mensaje de que la autenticidad y la valentía van de la mano. A medida que la protagonista abraza diferentes tonos de rosa, aprendemos que la verdadera moda va más allá de la ropa que vestimos; es una expresión de nuestra esencia interna.

El rosa pastel, omnipresente en las primeras escenas, encarna la inocencia y la dulzura. A medida que avanza la trama, la paleta cromática se transforma, llevándonos a tonos más intensos. Esto simboliza la evolución de la protagonista, quien enfrenta desafíos y descubre capas más profundas de su personalidad. De manera similar, en el mundo de la moda, la elección del color puede reflejar cómo nos percibimos y cómo deseamos que el mundo nos vea.

Sin duda, este color tiene un gran significado a lo largo de la historia, y ha llevado consigo un valor y una definición que en la actualidad no tienen cabida, pero tal vez exploremos este tema a profundidad en otra entrega. Mientras tanto, te comparto esta frase de la película: «El rosa no es solo un color, ¡es una actitud!», Barbie 2023.

¡Ah! y casi lo olvidaba, como dato interesante, ¿sabías que la producción de esta película provocó un desabasto mundial de pintura rosa? La revista de diseño «Architectural Digest» dio a conocer que la producción de esta cinta, dirigida por Greta Gerwig, utilizó demasiados galones de pintura rosa, lo que causó escasez a nivel internacional. Sara Greenwood, diseñadora de producción del filme, mencionó en la revista de arquitectura: «Quería que los tonos de rosa fueran muy brillantes y que todo fuera casi excesivo (…) El mundo se quedó sin rosa».

Ahora sí, ¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches y hasta la próxima!

Foto: Voge España