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Juan Antonio Siller Camacho

Los itinerarios culturales más importantes del siglo XVI fue la ruta de navegación a través del océano Pacífico que estableció un viaje de retorno desde Filipinas, llamado tornaviaje o la ruta de Urdaneta, con la cual se logró la primera comunicación desde el archipielago filipino originalmente llamado de San Lázaro hasta la Nueva España.

Este enorme conjunto de siete mil ciento siete islas conformó la frontera de mar del territorio español en Asía, ya que la otra parte del mundo pertenecía al reino de Portugal.

El logro de esta comunicación fue uno de los hechos históricos más importantes que dieron inicio a la primera globalización cultural, comercial y política entre tres continentes, América a través de la Nueva España, Europa y Asía.

Fue el límite de la frontera de mar del imperio español con la sede en la ciudad de Manila, en la isla de Luzón, en donde se estableció el intercambio con el resto de la región asiatica, conformada por China, India, Japón y las islas Malucas.

El conquistador Hernán Cortés promovío y realizó, muchos de los viajes de exploración y de la cartografía en las costas del llamado Mar del Sur, como se le había denominado al océano Pacífico y en donde se establecieron los primeros astilleros en la costa sur en Oaxaca, realizandose un sinnumero de exploraciones en las que tuvieron la participación de Cortés, junto con otros de sus capitanes.

Uno de los objetivos fue el de determinar la posible ruta más corta a las Indias, ya que se penaaba que a través de Baja California se podia realizar, ya que se consideraba que era una isla en la cual la ruta se podia establecer. El descubrimiento de estas exploraicones marítimas y cartografía fue el que se trataba no de una isla sino de una península que fue llamada originalmente mar de Cortés y posteriormente golfo de California.

La ruta de navegación se podia realizar desde diversos puntos de las costas del océano Pacífico y se podía llegar a las islas principales del archipielago filipino. La dificultad principal fue la de encontrar la ruta de retorno y las corrientes que lo hicieran posible.

Fue hasta la expedición bajo el mando de Miguel López de Legazpi y del agustino fray Andrés de Urdaneta, que partiendo desde la costa de barra de Navidad a finales del 1564, que se pudo llegar después de varios meses a filipinas.

Una vez realizada la primera etapa del viaje ya conocido por muchos de los navegantes, se le encargo al agustino fray Andrés de Urdaneta, realizar la busqueda de la ruta y corrientes marinas para el retorno a la región continental de América.

La hazaña de este experto navegante que ya había realizado viajes anteriores, fue la elección de una ruta desconocida hacia el norte rumbo a Japón y retomar la corriente llamada Kuroshio o río Negro, librando el inicio de la temporada de los tifones y encontrar las corrientes con los vientos favorables para la travesía a lo largos de varios meses, hasta llegar a la costa de California y continuar hacia el sur hasta el puerto de Acapulco, que sería posteriormente el punto de partida de los viajes marítimos por cerca de dos cientos cincuenta años.

Esta ruta de retorno del tornaviaje o la ruta de Urdaneta, permitió una globalización en el siglo XVI. Para lo cual se crearon las primeras grandes embarcaciones, que aún no se habían construido y que fueron denominadas galeones. Las cuales permitieron contar con un gran espacio para la carga de mercancias, pasajeros y que además estaban artillados como una gran fortaleza de mar para su protección y defensa.

Estas enormes naves fueron construidas en la península de la isla de Luzón frente a la ciudad fortificada y amurallada de Manila, en el astillero conocido como Cavite. Ya que se contaba en filipinas con la mejor madera para su fabricación, así como de una gran mano de obra para su construcción.

Fueron constridas estas grandes naves bajo la dirección de carpinteros de navíos españoles y trabajadores locales. Iniciciandose esta gran empresa de construcciones navales que permitió contar con las embarcaciones necesarias para cruzar uno de los océanos más grandes y establecer el intercambio de bienes, ideas y cultura entre tres continentes, beneficiandose principalmente el virreinato de la Nueva España, que fue el administrador de este territorio.

La ruta quedo establedida por mar entre el puerto de Acapulco y la ciudad de Manila, creandose un punto de arribo de las mercancias en la llamada feria de Acapulco, en donde los comerciantes acudían a la llegada del galeón y de sus mercancias, para posteriormente distribuirlas en los diversos mercados de la Nueva España.

Un camino de herradrua y de arriería corría desde el puerto de Acapulco, pasando por la ciudad de Cuernavaca, rumbo a la ciudad de México, para posteriormente continuar al puerto de Veracruz, pasando por la región del caribe hasta los puertos de España.