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Guadalupe Poujol

El Artículo Tercero Constitucional al señalar que los planes y programas de estudio en México tendrán perspectiva de género y una orientación integral, hace mención a la promoción de estilos de vida saludable y al cuidado del medio ambiente. Esta perspectiva se concreta en el eje articulador: Vida saludable, del Marco Curricular para la Educación Básica (SEP, 2022). Hay experiencias muy valiosas en ese eje que es necesario recuperar. Guadalupe Záyago Lira, maestra de lectura, expresa así las perspectivas y prácticas que, en conjunto con su comunidad en Alpuyeca, Morelos, ha desarrollado en relación con la vida saludable.

“Como pueblo indígena tenemos una relación de respeto y defensa de nuestro territorio”. “En el 2006 en mi comunidad iniciamos un proceso para el cierre del basurero a cielo abierto, en Milpillas”. “En ese tiempo empezamos a registrar afectaciones a la salud, como malformaciones en niños y cánceres inéditos en nuestra comunidad, entre otros problemas. Logramos el cierre técnico del basurero el 12 de junio de 2006”.

Lo comentado por la profesora Záyago está contemplado en el Marco Curricular referido, que coloca a “la comunidad como un núcleo de vinculación de los procesos educativos …desde donde se problematiza el hecho educativo. Significa establecer una relación dinámica de interdependencia e influencia recíproca entre la escuela y su entorno inmediato.”

Continúa su relato: Ante el acercamiento a la comunidad de las instituciones de salud con técnicas invasivas y violentas, sin devolución de resultados, ni acciones concretas, “nos asumimos como sujetos que van a la construcción de su salud, desde los saberes locales”, “aprendimos a hacer un diagnóstico de salud propio de la comunidad, no solo de los cuerpos sino también del ambiente”.

“Tuvimos que rascar en nuestra memoria para armonizar con el medio ambiente, compartimos nuestras acciones con otros pueblos indígenas”. En asambleas comunitarias se acuerda un decálogo de la salud en Alpuyeca, entre ellos, no generar basura, las casas debían tener composta. “El que sabía capacitaba a los otros, que las niñas y niños lo vieran y participaran”

Desde la escuela se continuó el trabajo de la comunidad, se recupera el saber de la comunidad, con pedagogías como la de Freire, Freinet, Ferrer Guardia. Al estar integrada la población escolar por niños que no querían en las otras escuelas” fuimos a su encuentro, a conocerlos en su ambiente natural, encontramos niños sonrientes y felices…cómo sostenemos que esa mente en su estado natural, no se reduzca”

Esto coincide con la perspectiva del Marco Curricular: “Las niñas, niños y adolescentes son sujetos históricos que viven en territorios y tiempos concretos cuya condición hace posible que se acerquen al conocimiento y al cuidado de sí, dentro de una vida cotidiana donde construyen su identidad, el vínculo con la comunidad, la relación con la naturaleza y la diversidad cultural”.

La construcción de una vida saludable en la escuela es posible cuando las maestras y maestros desarrollan un sentido de identidad y pertenencia, “a partir de lo que sientes en común, su gusto y habilidades se ponen en juego”, las niñas y los niños florecen tal cual son, porque son respetados los saberes de su comunidad, porque pertenecen a esa comunidad, porque son cuidados y atendidos de manera colectiva en un ambiente de unidad. Las familias sienten confianza de que se va a atender a sus hijas e hijos, en un ambiente cálido, respetuoso y afectuoso, así “hemos logrado generar salud integral, alimentación saludable, pedagogías propias, identidad”

Al respecto de las personas en formación se lee en el Marco Curricular “… La escuela y el sistema educativo deben dirigir la acción educativa a la realización y emancipación de las y los estudiantes, así como al compromiso con su comunidad”.

Las actividades lectoras están relacionadas con las actividades culturales de la comunidad, como los carnavales literarios o los caminos de flores, a partir de esas experiencias, redactan textos, representan personajes, participan sus familiares.

Para favorecer el desarrollo de proyectos participativos de vida saludable, se requiere apertura en las autoridades educativas “no están comprendiendo (el sentido de la escuela mexicana), no están siendo sensibles”.

 

Fot: BBC.com