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Jorge Enrique Pérez Lara*

La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en casi todos los aspectos de la vida contemporánea, desde la medicina y las finanzas hasta la educación y el entretenimiento. Uno de sus roles más significativos y a menudo subestimados se encuentra en el ámbito del diseño e implementación de políticas públicas. En países como México, con enormes necesidades y desafíos emergentes, la IA presenta una oportunidad para fortalecer e innovar el diseño de políticas públicas. Pero, es importante mencionar que, como toda herramienta poderosa, también tiene riesgos.

Oportunidades de la IA en Políticas Públicas

  1. Gracias a su capacidad de procesar grandes cantidades de datos en tiempo récord, la IA puede anticipar tendencias y necesidades. Esto puede ser fundamental, por ejemplo, en áreas como salud pública, donde prever brotes o epidemias puede significar la diferencia entre una crisis gestionable y una catástrofe.
  2. Los distintos sectores de la administración pública podrían beneficiarse de la automatización de procesos, lo que no solo aceleraría trámites y gestiones, sino que liberaría a funcionarios de tareas rutinarias para dedicarse a tareas más complejas y estratégicas.

Desafíos y Consideraciones Éticas

Resulta necesario considerar que la IA, en su intersección con las políticas públicas, también tiene desafíos como los que se presentan a continuación:

  1. Los algoritmos aprenden de los datos que se les proporcionan. Si estos datos históricos están teñidos de desigualdades, discriminación o sesgos, la IA perpetuará, y posiblemente amplificará, estas tendencias. Es crucial que, al utilizar IA en el diseño de políticas públicas, los modelos se entrenen con datos confiables y de calidad.
  2. La IA requiere de vastas cantidades de datos para funcionar eficientemente. En el contexto mexicano, donde las preocupaciones sobre privacidad y protección de datos son válidas y crecientes, es esencial garantizar que los sistemas de IA estén diseñados con fuertes medidas de protección de datos.

El Caso Mexicano: Potencial con Responsabilidad

México tiene mucho que ganar con la implementación acertada de la IA en el diseño de políticas públicas. Imaginemos sistemas de transporte público que se adapten en tiempo real a las necesidades de movilidad de la población, programas de salud pública que se anticipen a crisis, o sistemas educativos que realmente atiendan las necesidades de cada estudiante.

En seguridad la IA puede desempeñar un papel crucial en la identificación y prevención de amenazas. Mediante el uso de cámaras inteligentes y algoritmos de reconocimiento facial, es posible identificar patrones de comportamiento sospechoso o personas con antecedentes en tiempo real. Sin embargo, esto plantea preocupaciones sobre vigilancia masiva y posibles violaciones a la privacidad. Además, un sistema que se base únicamente en algoritmos podría generar falsos positivos, y sin una revisión humana adecuada, se corre el riesgo de acciones arbitrarias.

Es imperativo que la adopción de tecnologías de IA esté guiada por una visión clara, ética y centrada en el bienestar humano. Para ello, es esencial una formación sólida en IA. Las universidades, centros de investigación y organismos públicos deben trabajar conjuntamente para formar a profesionales y técnicos capaces de diseñar, implementar y supervisar sistemas de IA con responsabilidad.

La IA tiene el potencial de transformar el diseño de políticas públicas en México, ofreciendo soluciones más adaptadas, anticipadas y eficientes. Sin embargo, su implementación conlleva también desafíos éticos que no deben subestimarse, es fundamental recordar que la tecnología es solo tan buena como el uso que hacemos de ella. En manos responsables y bien formadas, México puede liderar una transformación en el diseño de políticas públicas basadas en IA, beneficiando con ello a toda su población.

*Profesor, El Colegio de Morelos

Fuente: generado con IA en wepik.com