loader image

 

¿Qué podemos hacer para prevenir el suicidio entre adolescentes?

Luz Arenas Monreal y Rosario Valdez Santiago*

En los distintos espacios de nuestra vida diaria, nos enteramos de que alguna persona se ha suicidado. El suicidio representa uno de los principales problemas prevenibles de salud pública a nivel mundial y se presenta cada vez a edades más tempranas.

Se estima que durante 2019 murieron 703 mil personas por suicidio en el mundo, y tres cuartas partes de estas defunciones ocurrieron en países de ingresos bajos y medios. La tasa global de suicidios estandarizada por edad fue mayor en los hombres que en las mujeres y fue la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años para ambos sexos.

En México, las autolesiones son responsables de 8.89% del total de muertes para ambos sexos dentro del grupo de 10 a 24 años, y en Morelos corresponden a 7.07%. En nuestro país se están incrementando las defunciones por suicidio; así lo reportó un estudio de G. Borges y colaboradores (2010), quienes documentaron que, de 1970 a 2007, los fallecimientos por suicidio aumentaron 275%, principalmente en el grupo de 15 a 29 años.

La conducta suicida se conceptualiza como un espectro continuo que incluye tres elementos: 1) ideación; 2) planeación, y 3) intento, y este último se considera el predictor más importante para el suicidio.

R. Valdez Santiago y colaboradores (2021) analizaron las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición de 2006, 2012 y 2018, y reportaron un incremento continuo del intento de suicidio, con una mayor acentuación en los y las adolescentes de 13 a 15 años.

Para prevenir el suicidio, desde hace varios años se han diseñado intervenciones educativas dirigidas a adolescentes dentro del ámbito escolar y del comunitario. Algunas de estas intervenciones se enfocan en aumentar los conocimientos acerca del suicidio, así como en fortalecer la autoestima, el conocimiento de sí mismo/misma y el manejo de emociones entre la población adolescente, por medio de distintas metodologías como el enfoque de habilidades para la vida, la terapia cognitivo conductual y la terapia dialéctica conductual, entre otras. Otra metodología que se ha utilizado no sólo con adolescentes y sus pares, sino también con la población adulta que rodea a los adolescentes (padres/madres/cuidadores, y personal docente y administrativo de las escuelas), es la formación de guardianes (en inglés gatekeepers), con quienes se trabaja para que incrementen sus conocimientos sobre el fenómeno, el manejo del estigma y el reconocimiento de los datos de alarma que pueden presentar las y los adolescentes, y que dan cuenta de que estos últimos se encuentran en riesgo de cometer un intento de suicidio. Asimismo a los guardianes se les dan a conocer los sitios a los que pueden enviar a las personas que están en dicho riesgo, al igual que las líneas telefónicas de atención en crisis.

En los distintos continentes, ya se cuenta con estudios que señalan buenos resultados a partir de intervenciones educativas dirigidas a adolescentes, en las que se han utilizado la metodología de habilidades para la vida, la terapia cognitivo conductual y la terapia dialéctica conductual. En relación con la formación de guardianes para la prevención del suicidio, se tiene divergencia en los reportes de resultados, ya que algunos estudios mencionan que, aun cuando se incrementan los conocimientos y actitudes, no se tienen datos de que con esta capacitación se modifiquen los comportamientos para la identificación de las y los adolescentes con conductas de riesgo para suicidio; sin embargo, según otras investigaciones, el aumento de conocimientos sí ha contribuido a una identificación temprana de ellas y ellos.

En México, hemos iniciado con este tipo de intervenciones educativas para la prevención del suicidio en adolescentes, y se han obtenido resultados alentadores.

Ante situaciones de urgencia por intento de suicidio se recomienda utilizar la Línea de La Vida, disponible las 24 horas del día, los 365 días del año: 800 911 2000. Otros recursos son la línea de emergencia del 911 y el Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), cuyo número telefónico es: 800 849 4277.

* Especialistas en salud pública. Invitadas por el Dr. Eduardo C. Lazcano Ponce.