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El anuncio que hizo el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, sobre las fechas en las que su partido organizará la selección de su candidato a la gubernatura marcó formalmente el inicio del proceso electoral en nuestro estado, dada la fortaleza de la que goza el partido del Presidente de la República en Morelos.

El dirigente nacional de Morena anunció, en la tarde del pasado martes, que el lunes 18 de septiembre de 2023 será emitida la convocatoria para los aspirantes a las nueve gubernaturas que estarán en juego en las elecciones de 2024, Morelos entre ellas; el 25 y 26 de septiembre serán las fechas para que se inscriban en el proceso. No fue más a detalle porque la conferencia de prensa en la que dio a conocer el dato era más bien para cerrar el proceso de selección de la coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación.

El banderazo de salida de Delgado hizo reaccionar al gobernador, quien recordó que él nació en la capital del país y que allá sí lo quieren mucho, por lo que tiene confianza para participar, ni más ni menos, que por la jefatura de gobierno, cargo que dejara vacante la ya abanderada nacional de Morena, Claudia Sheinbaum. Utilizando diversas alegorías futbolísticas, dijo que está dispuesto a competir con otros posibles aspirantes a ese mismo cargo, algunos, verdaderos pesos pesados. Lo importante de esta determinación es que lo podría descartar para otros puestos que algunos veían como más adecuados para él, como la jefatura de alguna alcaldía capitalina.

Ante los representantes de la prensa informó también que hay dos figuras de su gobierno que le han manifestado personalmente sus intenciones de participar también en el proceso de Morena en el estado: Víctor Mercado, coordinador de asesores de la gubernatura, y Sandra Anaya, la actual secretaria de administración.

En estas páginas, hemos entrevistado a la mayoría de los aspirantes más visibles a la gubernatura: Margarita González Saravia, Rabindranath Salazar, Lucía Meza, Rafael Reyes, Brenda Espinoza, Víctor Mercado y Juan Ángel Flores han reconocido ante nuestros lectores que -palabras más, palabras menos-, sería un honor gobernar su estado.

Sin embargo, salvo las fechas arriba mencionadas, del proceso que se va a realizar en las entidades que tendrán elecciones a gobernador, se sabe poco más: desde luego se da por descontado que se basará en una encuesta y que se intentará replicar la iniciativa nacional, pero nada más. Y las fechas límites marcarían, por ejemplo, las fechas para que, los que aún están en activo en las funciones públicas, pudieran renunciar a ellas o pedir licencia.

Todos los aspirantes a la candidatura de Morena se han mostrado conformes con el procedimiento que su instituto político se ha impuesto para decidir sus candidatos, pero la falta de claridad y de previsión puede generar conflictos que podrían polarizar aún más las facciones de Morena en el estado.

En este sentido, todos los aspirantes han identificado a la unidad como un punto clave para la fortaleza de su partido, pero basta voltear la mirada al Congreso local -en donde la fractura es tan profunda que están pensando en pedir ayuda al Comité Nacional para que ponga orden y haga que se respeten los acuerdos- para recordar que la “unidad” no es precisamente el fuerte de Morena en nuestro estado.

El partido mayoritario aún tiene mucho qué hacer en Morelos y lo debería reconocer, pues el banderazo de salida de Delgado también cuenta para la oposición, que es la que podría salir beneficiada de las múltiples fracturas en el edificio morenista en Morelos.