loader image

Ayer inició el registro formal de los aspirantes a la “Coordinación de la Defensa de la Transformación en Morelos”, como Morena le llama a su candidatura a la gubernatura del estado.

Hasta donde pudimos saber, ya cumplieron con el trámite -en estricto orden alfabético- Margarita González Saravia, Lucía Meza, Rafel Reyes y Juan Salgado, que desde tiempo atrás habían anunciado sus intenciones por competir por la candidatura.

Otras personalidades que han aceptado públicamente su propósito de participar en las encuestas mediante las cuales se conocerán las predilecciones de la ciudadanía que, según Morena, definirán a su “Coordinador de la Defensa” de la 4T en nuestro estado, son Sandra Anaya, Juan Ángel Flores, Rabindranath Salazar y el “Wero” Mercado; también las diputadas federales Brenda Espinoza, Juanita Guerra y la diputada local Tania Valentina. Aunque, como el trámite se realiza de manera remota y se tiene hasta el último minuto del día de hoy para realizarlo, tienen tiempo de sobra para anotarse, junto con todos los demás que deseen hacerlo y cumplan con los requisitos establecidos por Morena.

Desde luego, el caso de la diputada Tania Valentina es especial, pues ella es militante del Partido del Trabajo y no necesariamente tendría que atender a los tiempos y procedimientos establecidos por otro partido que, entre otras esquinas y lagunas, nunca explicó qué pasaría localmente con los partidos con los que se ha coaligado a nivel federal.

Como se comentó cuando Morena publicó su convocatoria, tampoco está muy clara la función de la Comisión Nacional de Elecciones, que tendrá la palabra final en el número y género de los participantes y que podría incluso declarar a un único contendiente que quedaría como definitivo, por lo que no basta haber cumplido con los requisitos e inscribirse en la competencia para participar realmente en ella.

Desde antes de que se emitiera la convocatoria, se preveía que el tema de equidad de género sería un dolor de cabeza en la definición de los candidatos y algunos especialistas han advertido que -sin ser un argumento misógino, sino político- las entidades que representan el menor número de votos en el total general, como es el caso de Morelos, podrían ser los que sirvan para cumplir con la taxativa de equilibrar los géneros. Como si fuera necesario abonar a la incertidumbre, el mismo Mario Delgado aceptó que la circunstancia de la equidad de género podría llevar a su partido a decantarse por un candidato local que no necesariamente hubiera salido victorioso en las encuestas.

En cuanto a la separación de las responsabilidades públicas, Morena aceptó que, ya fuera en la administración pública o en los cargos de elección popular, sus aspirantes podrían seguir en funciones hasta 90 días antes del 2 de junio, lo que da a la mayoría de aspirantes el cómodo plazo del mes de marzo de 2024 para que pongan las cosas en regla, entreguen despachos o pidan las licencias de ley.

El llamado a la unidad que enarbolan todos los aspirantes podría ponerse a prueba por el descuido y la laxitud con que se confeccionaron las reglas de participación para los procesos locales -por lo menos en el caso de Morelos-; sin embargo, es muy temprano en el proceso como para ser pesimistas.

Seguramente en los próximos días tendremos la lista final de quienes se hayan apuntado y en alguna fecha posterior -pues, como la fecha de la declaratoria final o de los periodos para la celebración de las encuestas, no se detalló en la convocatoria- sabremos los nombres de los participantes definitivos.

En los próximos días, La Jornada Morelos dedicará un espacio para quienes quieran expresar sus puntos de vista sobre las elecciones en nuestro estado, asuntos jurídico-electorales, uso de la publicidad de los candidatos y partidos, equidad de género, tiempos legales de elecciones, cumplimiento de requisitos, perfiles de candidatos, programas de gobierno. Lo anterior sobre los procesos de todos los niveles que involucren una elección popular: cabildos, munícipes, diputaciones y, desde luego, la gubernatura.