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Los retos que le esperan a la próxima administración estatal son mayúsculos, pues a la complejidad de los tiempos en que vivimos, marcados por una pandemia letal para miles de personas y empresas, el empoderamiento del crimen organizado y la incertidumbre que esto genera, en Morelos habrá que sumarles una gestión dubitativa y más preocupada por sus propios intereses que en los del estado, que se ha mantenido alejada de los que deberían ser sus aliados para el progreso de la entidad, como el Poder Legislativo.

Además, las instituciones estatales de seguridad y justicia viven sus propios infiernos, en donde los más afectados son las víctimas de una criminalidad galopante y sus familias. Por supuesto, los daños colaterales de todo esto somos los ciudadanos, los trabajadores, los empresarios, que vemos cómo nuestros planes son invadidos por la incertidumbre y la desesperanza.

Por eso es importante que quien llegue a la gubernatura, librando las esclusas y requisitos que se quieran poner, conozca realmente no ya lo que desea la ciudadanía, sino lo que le urge a todo Morelos pues, aunque no podríamos esperar que todos nuestros males se solucionen en seis años, el peor escenario es que no se haga nada, que no se arreglen en alguna medida todos los rezagos que padecemos, es decir, que todo siga como hasta ahora.

Por eso es del mayor interés conocer los perfiles de entre los cuales podría salir el próximo mandatario estatal, su trayectoria y logros pueden indicar posibilidades, miras y alcances de gobierno. En lo que se definen los aspirantes de todas las fuerzas políticas, hay que empezar con los de Morena, que son los que se definieron primero, y en orden alfabético.

Sandra Anaya Villegas es una profesional de primera línea de la administración actual en donde aún ocupa la Secretaría de Administración. Es una abogada que podría tener sensibilidad para el cúmulo de problemas que arrastra Morelos en esa materia y conoce también el ámbito empresarial, al ser la representante legal de una conocida empresa de alimentos en el estado. Su experiencia en la administración pública ha sido meteórica y por la gubernatura sería el segundo proceso electoral en el que participaría (el primero fue como aspirante a Síndica en Cuernavaca) y todavía no ha ganado ningún cargo de elección popular.

Margarita González Saravia Calderón posee un amplio rango de experiencia, profesional y personal. Ha fungido en los tres niveles de la administración pública, se ha involucrado en movimientos sociales al igual que en la administración de negocios particulares. También tiene experiencia en el ámbito académico y cultural. Su ideario la involucró desde muy joven en asuntos políticos, por lo que ha estado cerca del ambiente político desde la trinchera de la izquierda. Podría ser una gobernante con una alta sensibilidad hacia los problemas sociales a la vez que con sensibilidad empresarial.

Víctor Mercado Salgado es un empresario exitoso, conocedor de primera mano de la administración pública, en la que se involucró desde muy joven. Su visión, con la que ha prosperado en sus negocios, lo podría acercar a uno de los sectores más golpeados en Morelos. Él mismo se considera un empresario antes que un político y, en la administración pública, después de jubilarse como director de Tránsito del estado, se reintegró a sus filas hasta hace relativamente poco tiempo, del que se volvió a separar hasta hace unos días pidiendo licencia en el cargo de Coordinador de Asesores del gobernador.

Tania Valentina Rodríguez Ruiz cuenta con una dilatada experiencia legislativa, por lo que ha participado en múltiples procesos electorales. Su trayectoria como diputada -aún está en funciones- podría ayudar a solucionar el distanciamiento entre los poderes locales; su identificación plena con proyectos en favor de la mujer, la niñez y la juventud le podrían dar también la sensibilidad necesaria para abordar diversas temáticas que son graves pendientes en nuestro estado. Es el único perfil no emanado de Morena, pues siempre ha permanecido en el Partido del Trabajo.

Rabindranath Salazar Solorio conoce profundamente el estado y ha transitado tanto en la administración pública como en el poder legislativo a nivel federal; hasta hace muy poco tiempo estuvo a cargo de la Coordinación General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, por lo que está familiarizado con el accionar de las dependencias gubernamentales. También tiene una larga trayectoria dentro de las organizaciones políticas y cuenta con diversos proyectos para fortalecer la economía estatal.

Juan Salgado Brito es el decano de los aspirantes, con una amplia experiencia en la gestión gubernamental, en donde las responsabilidades que se le han encomendado lo llevaron a acercarse principalmente al ámbito de la salud, aunque él sea abogado de profesión. Fundador de Morena, ha sido diputado federal en dos ocasiones y presidente municipal de Cuernavaca. Ya fue candidato a la gubernatura de Morelos hace poco más de dos décadas; también tiene un vasto conocimiento del estado y su problemática.

Desde luego que este espacio es muy breve para ahondar en los perfiles, pero, como decíamos ayer, los seis aspirantes de Morena, de entre quienes se definirá la candidatura de esta organización para la gubernatura, poseen conocimiento no solo del estado, sino de los dolores que tiene y, aunque es muy temprano para conocer propuestas puntuales de gobierno, podríamos confiar en que poseen también ideas plausibles para solucionar sus múltiples problemas.