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La democracia es una forma de gobierno cuya característica principal es que el poder resida en el pueblo. El término démos significa pueblo, en tanto krátos, poder, es decir, gobierno del pueblo. Dentro de sus componentes es que sus autoridades sean elegidas bajo procedimientos transparentes, con voto universal, libre y secreto para que se elijan a los representantes que habrán de gobernar, también se traduce en que en el texto constitucional se establezca los contrapesos de los distintos poderes constituidos, ejecutivo, legislativo y judicial, mediante la división de poderes y cuya finalidad, entre otras, sea el respeto por los derechos humanos y que nadie esté por encima de la Ley, respetando con ello la supremacía constitucional.

El artículo 3º constitucional, refiere lo que debe caracterizar la educación, señalando que debe tener un carácter democrático, entendido éste, el que no solo se trata de una estructura jurídica y un régimen político, sino un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. Por ello, es importante entender que la democracia se constituye como la vía garante de un estado de bienestar y de desarrollo para las personas, pues posibilita el ejercicio de las libertades para que podamos alcanzar los objetivos en lo individual pero también de la colectividad, partiendo de respetar la igualdad entre las personas.

El informe 2023 de la corporación Latinobarómetro es de llamar la atención por los datos que arroja respecto de la situación de la democracia en Latinoamérica, al señalar como son las élites las que han fracasado en América Latina y como han erosionado la fortaleza de las instituciones al intentar forzar las reglas del juego para quedarse con el poder. Refiere como los personalismos y la debilidad de los partidos políticos son de los elementos más perversos que posibilitan más poder a las personas en cargos de responsabilidad, aún a costa de romper las reglas de la democracia. Si bien hemos pasado de autoritarismos militares ahora, en ocasiones, las presidencias son elegidas aparentando que son “demócratas”, un ejemplo de ello es lo que acontece en Nicaragua.

Este informe resalta como factores que debilitan la democracia en algunos países, los personalismos, la corrupción, las presidencias interrumpidas, mandatarios interinos con reemplazantes no elegidos. Proporciona algunos datos interesantes en el indicador “la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno”, al mencionar que en 2023 solo el 48% de personas apoya la democracia en la región, es decir, 15 puntos porcentuales menos que en 2010. Este indicador, señala que países como Panamá, Argentina, Brasil, Colombia y Perú aumentaron su apoyo a la democracia, en tanto, países como Venezuela, Costa Rica, México, Guatemala y Paraguay tuvieron pérdida. En tanto en el indicador “en algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático”, hubo un aumento de 4 puntos porcentuales entre 2020 y 2023 respecto de quienes prefieren un régimen autoritario que pasó de 13% al 17%, incremento observado en todos los países excepto Panamá. En México el porcentaje creció del 22% al 33%, en tanto Guatemala del 14 al 23 %. Contrastante es también que en México la pérdida de apoyo a la democracia, entre 2020 y 2023, pasó de 43% al 35%.

Como decíamos, la democracia significa un sistema de vida que posibilite el bienestar de la población, por eso es interesante el dato que arroja el reporte del Latinobarometro al indicar que, en 2018, la cifra de satisfacción con la democracia en América Latina recupera 4 puntos porcentuales, llegando al 28% en 2023, pero la cifra sigue siendo que menos de un tercio de la población están satisfechos con este régimen político, insatisfacción que se traduce en que crece el que las personas estén más abiertas tanto al populismo como al autoritarismo.

La preocupación crece al continuar analizando el informe referido pues, en el indicador “no me importaría que un gobierno no democrático llegara al poder si resuelve los problemas” entre 2002 y 2023 aumentó del 44% al 54%, mientras que en el indicador “en caso de dificultades está bien que el presidente controle los medios de comunicación” la opinión favorable ha aumentado en el mismo periodo del 30% a un 36%, es decir, poco más de un tercio de la población. En este último rubro, en El Salvador 61% de sus ciudadanos encabezan la lista, seguidos por México con un 48%; Honduras y Paraguay 44%, en tanto Brasil, Guatemala y República Dominicana un 43%. Más preocupante es que si bien un 61% de latinoamericanos no apoyaría en ninguna circunstancia la opción de un gobierno militar, sin embargo, las cifras varían en el caso de que las cosas se pongan difíciles, pues la demanda de un gobierno militar en este supuesto va de un promedio de 24% en 2004 a un 35 % en 2023. México está por arriba de esa media con un 42% que apoyaría esa opción.

Coincidimos con las conclusiones del reporte, pero en particular, con la aseveración de que la recesión democrática es porque la desilusión de las y los ciudadanos con la democracia, entre otros aspectos, no está cumpliendo las demandas sociales, y cita al primer presidente de la transición en Argentina, Raúl Alfonsín, quien señaló “con la democracia se come, se cura y se educa”, y ello es el actual desafío de las naciones latinoamericanas.

*Especialista en Derechos Humanos.

Foto: desinformemonos.org