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Todo parece indicar que las redes sociales, el periodismo digital y los influencers han producido un fenómeno informativo con sesgos ideológicos dependiendo de la fuente de interés y con abundancia de noticias falsas, las cuales dificultan la conversación.

A este fenómeno mediático se le conoce como posverdad y fue acuñado por primera vez allá por los inicios de la década de los 90´s por Steve Tesich para la revista The Nation en la prensa norteamericana, pero su uso se ha intensificado, principalmente, en las redes sociales y se ha convertido en la estrategia de marketing político por el actual régimen gubernamental de Morena, pero también, es usada por los candidatos y partidos políticos de oposición.

Todos ellos están tratando de convencer a los votantes, los cuales son su objetivo principal, por ello se ha desatado una guerra en redes sociales sin precedentes, ya que el uso de los celulares son el medio de comunicación e información más usado por los mexicanos.

Para enfatizar, el Diccionario de la Real Academia Española define a la posverdad o posverdad como “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad.”

Bajo este contexto, podríamos anticipar que aquel estratega político que diseñe mejor este recurso publicitario y logre manipular las creencias y emociones de los ciudadanos, en los comicios del 2024 tendrá mayores posibilidades de triunfo, desde luego, sin considerar que la 4T lleva ventaja, además, hay que sumar las alianzas políticas con todos los actores de la sociedad. La cuestión es ganar a como dé lugar sin importar manipular las conciencias.

¿Por qué este fenómeno mediático es tan altamente efectivo? Del abanico de todas las posibles explicaciones me refiero solo a dos: la primera tiene que ver con las emociones, los seres humanos somos proclives y nos fascina el chismorreo, los cuentos, las narraciones porque tienen una dosis muy alta de emotividad, de ahí el éxito de los Reality Show, Netflix, las telenovelas y la prensa roja y amarillista.

El segundo elemento explicativo tiene que ver con la forma y manera con la cual los seres humanos tomamos decisiones. Lo pondré de manera muy simple, de acuerdo con la psicología y neurociencia existen dos sistemas de toma de decisiones el T1, el más usado por todos nosotros, el de las emociones, es decir, constantemente estamos tomando decisiones sin estar plenamente consciente y sin ningún elemento racional; el sistema T2 es el racional, el que menos usamos para tomar decisiones porque cuesta mucho trabajo ejercerlo.

En una sociedad dividida y polarizada, como la nuestra, nos hacemos más vulnerable, por tal motivo los storytelling están aprovechando esta condición social. Y, como lo exprese en líneas anteriores serán un recurso extraordinario para atrapar a incautos.

Hoy más que nunca se hace necesario que los ciudadanos estemos atentos a la spotiza que se viene de estas historias cortas que en los próximos comicios inundarán nuestra mente. La única alternativa que nos queda es tomar decisiones con el sistema T2 y razonar nuestro voto.