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CULTURA DE PAZ, UNA CONSTRUCCIÓN COMUNITARIA

 

Hace unos días, un joven sacerdote en su homilía al referirse a los conflictos bélicos de Medio Oriente, así como el de Ucrania y Rusia, mencionó que la cultura de paz empieza en el corazón. Esta afirmación motivó la presente reflexión

El reciente conflicto entre Israel y Palestina sumado a la guerra entre Rusia- Ucrania, así como la guerra civil en Siria, entre otras acciones bélicas entre países o al interior de éstos, me hizo preguntar qué hace falta a la humanidad para que se haga realidad la máxima bíblica, paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

La Organización de las Naciones Unidas después de la primera conflagración mundial en 1945 en el preámbulo de la Carta de las Naciones unidas formaliza la intención de “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra”. Esta misma organización en 1999 en una de sus resoluciones de la Asamblea General propone un programa de acción para alcanzar una cultura de paz.

La UNESCO (París, 1974), define la paz de la siguiente manera: «La paz no consiste únicamente en la ausencia de conflictos armados, sino que entraña principalmente un proceso de progreso, de justicia y respeto mutuo, destinado a garantizar la edificación de una sociedad en la que cada cual pueda encontrar su verdadero lugar y gozar de la parte de los recursos intelectuales y materiales del mundo que le corresponde».

Con estos antecedentes, me di a la tarea de indagar cuantos años la humanidad ha vivido en paz desde que se tiene memoria histórica. En esta indagación consulté incluso a la IA. La respuesta fue que, a lo largo de la historia de la humanidad, no ha habido un tiempo de paz que haya abarcado todo el orbe.

Aunque ha habido algunos periodos de paz regional como la llamada Pax Romana que se refiere a un periodo de relativa paz en todo el Imperio romano que duró más de 200 años, del año 27 a. C. hasta el 180 d. C.

Para la supervivencia de la vida humana tal como hoy la conocemos es necesario asumir con la UNESCO, una cultura de la paz misma que debe partir de la suma de los valores, acciones, formas de ver el mundo que descarten la violencia como forma de solucionar diferencias y se privilegie el diálogo, la negociación y los acuerdos desde el nivel individual hasta el global.

Para dar más claridad al concepto de cultura de paz presento algunos componentes de ésta, partiendo del primer derecho contenido en la declaración de los derechos humanos en 1948, el respeto a la vida y a la dignidad humana.

El compromiso con la justicia y la equidad es otro componente necesario para la cultura de paz, lo que se traduciría en un mundo de igualdad de oportunidades y acceso a los recursos, bienes y servicios para todos.

Asimismo, el ejercicio de la tolerancia y la solidaridad que se exprese a través del respeto a las diversidades culturales, genéricas, sociales, religiosas y más, así como el apoyo mutuo entre los humanos en sus diferentes niveles sociales se constituyen como otros elementos de la cultura de paz.

El diálogo abierto para la resolución de acuerdos y conflictos es otro elemento imprescindible de la cultura de paz. Estos son algunos componentes que a mi juicio son constitutivos de esta cultura. Quien nos lee, sin duda tiene en mente otros más.

Para hacer realidad una cultura de paz en el mundo es necesaria e imprescindible la educación en todos sus niveles ya que, a través de este constructo humano se socializan, potencian y catalizan los diferentes componentes de esta cultura.

Al respecto la UNESCO en la llamada declaración Delors en 1996 propone cuatro pilares de la educación, uno de los cuales es el aprender a vivir juntos. Este pilar considera la necesidad de una cultura de paz que se aprende y construye desde la academia en sus diferentes niveles, desde preescolar hasta el postgrado.

Por esta razón, la Secretaría de Educación Pública prevé en sus políticas la cultura de paz. Por esto, en los planes de trabajo de los aspirantes a rector de la UAEM se considera la cultura de paz como una estrategia transversal en la educación universitaria.

La cultura de paz es una construcción humana que requiere el trabajo sumatorio desde el nivel individual hasta el internacional. Es necesaria la participación decidida de gobiernos, organizaciones, medios y en general de todos los miembros de las sociedades. La cultura de paz es una construcción comunitaria.

Foto: Medium.com