La ola por las reivindicaciones de la mujer que se ha extendido por todo el país -principalmente por la cuestión política electoral- ha llegado también a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos la cual, si o sí, tendrá a una mujer ocupando la rectoría en cuestión de semanas.
Ayer el Consejo de la UAEM decidió conformar la terna de la que saldrá la nueva rectora exclusivamente por destacadas universitarias que, en orden alfabético, son las doctoras: Fabiola Álvarez Velasco, secretaria general de la Universidad; Viridiana Aydeé León Hernández, directora de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería, y Lorena Noyola Piña, académica exdirectora de la Facultad de Diseño.
Por increíble que parezca, ya pasados más de 20 años del siglo XXI, la UAEM tendrá a su primera rectora poniéndole el ejemplo a muchas de sus instituciones hermanas.
Además, otro motivo de satisfacción para los venados será que la Universidad, por ley, ya cuenta con un mayor presupuesto y ha logrado sortear sus problemas financieros después de algunos años de incertidumbre, aunque en las instituciones de educación pública en nuestro país eso sea algo relativo y siempre temporal.
El rectorado de Gustavo Urquiza será recordado como uno de los que con mayor responsabilidad ha enfrentado el cúmulo de problemas que heredó de administraciones pasadas y de haber defendido la gratuidad de la educación superior en nuestro estado, a pesar de los muchos cantos de las sirenas que insinuaban lo contrario, dados los apremiantes compromisos financieros de la Universidad.
No es de extrañar, pues, que las tres finalistas tengan muy claro el reto de conservar finanzas saludables en la UAEM, como recientemente comentaron a La Jornada Morelos. Las tres coinciden en que es un asunto que no se debe descuidar porque de él dependen los planes futuros para los venados: ampliación de la matrícula, impulso a la investigación científica y a la cultura, y reforzamiento de la academia.
Tienen claro que es necesario reforzar la capacidad financiera de la Universidad, la obtención de recursos extraordinarios, invertir en la infraestructura científico-tecnológica y basar su administración en la austeridad y la racionalidad.
Cada una con distintos matices, pero las tres también coinciden en propuestas muy claras sobre el penoso asunto del acoso sexual en el campus universitario y en un trato respetuoso con las organizaciones sindicales, estudiantiles y con el gobierno del Estado.
Ya tendremos tiempo para analizar con detalle el plan de gobierno de quien resulte electa como la nueva rectora por los próximos seis años a partir del próximo mes. Por lo pronto, muchas felicidades a las tres y a la comunidad universitaria, que se atrevió a dar un paso histórico al conformar su terna para la rectoría solo por universitarias, en un acto simbólico que marcará un antes y un después en la vida de la UAEM.
