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DIA DE MUERTOS E IDENTIDAD NACIONAL

 

El pensamiento “único” y lo que De Sousa califica como la metáfora de mercado tienen entre sus consecuencias, una invasión cultural que erosiona nuestra identidad. Una de nuestras tradiciones identitarias es el día de muertos con un ritual de gran colorido y simbolismo que mantiene viva nuestra historia e identidad nacional.

Ante la invasión cultural que ha sufrido nuestro pueblo sobre todo con la “modernidad” que relega y considera como irrelevantes nuestros elementos identitarios me surgen algunas preguntas:

¿Por qué y cómo se pierde nuestra identidad, cultura e historia, en especial en las nuevas generaciones? La respuesta, es multifactorial, aunque entre una de las posibles respuestas, se encuentra el desgaste del “canal de transmisión” de la tradición, los valores, las costumbres y los saberes.

En un trabajo de investigación que realicé en comunidades rurales de Morelos, se hizo evidente que las tradiciones, así como los saberes y valores se transmiten de las madres a los hijos a través de la tradición oral, de generación en generación.

En las sociedades modernas, la familia, ha venido perdiendo junto con el poder adquisitivo, los valores, la cultura identitaria y el poder de cohesión. Hasta hace unas seis décadas el padre tenía el rol de proveedor y la madre, entre otras actividades se encargaba del cuidado, la formación y la educación de los hijos.

Con el tiempo, la aportación del proveedor tradicional, el padre, ya no fue suficiente. La madre, tuvo que incorporar a sus tareas, una actividad más, la de proveedora. En este nuevo contexto, la madre pierde la cercanía, la calidez, así como la oportunidad de la educación de valores, tradiciones y costumbres que se daba antaño de madres a hijos en los hogares de México.

Desde luego que hay otros factores, que han propiciado la pérdida de identidad, de tradiciones y valores en las nuevas generaciones. Sin embargo, algunas tradiciones se niegan a desaparecer, una de éstas el día de muertos.

Uno de los elementos constitutivos de nuestra historia e identidad se expresa en el ritual del día de muertos, que se caracteriza por la ofrenda que nuestros ancestros conocían como mijkailjuitl, con una rica y colorida gama de elementos sincréticos, unos heredados de los antiguos mexicanos y otros construidos en tiempos de la colonia y los periodos pre y postrevolucionario de México.

El ritual del día de muertos con todo su rico colorido y folklore conlleva un simbolismo que evidencia el alma y el sentir del mexicano y pone de manifiesto lo que nuestros ancestros, a decir de León Portilla, expresaban en náhuatl como “el corazón y el rostro” que en nuestros conceptos significa: nuestra historia e identidad.

Un componente identitario que se evidencia en este ritual es la concepción que el mexicano tiene sobre la vida y la muerte bajo una Cosmovisión Dual, donde la muerte y la vida son complementarias y cíclicas, a diferencia de la visión escatológica judeo cristiana del Alfa y Omega (del principio y el fin) que nos legó la conquista.

La cosmovisión cíclica de la vida y la muerte que se hermanan y complementan persiste en las comunidades indígenas de nuestro país. Por esto, la concepción de la muerte para el mexicano tradicional es tan diferente a la que se tiene en otras latitudes.

El día de muertos congrega a las familias mexicanas (tradicionales) bajo este simbolismo que nos hace sentir el orgullo de ser y pertenecer. El día de muertos, se celebra en todas las regiones del país, con algunas variantes en cuanto a los elementos simbólicos, aunque en esencia, el ritual es el mismo.

Este ritual nacional, se ha enriquecido a lo largo de nuestra historia, primero, a través de la sinergia con el ritual católico, luego, con la incorporación de nuevos elementos como el pan de muerto, el papel picado, las catrinas, etcétera.

El ritual de día de muertos resiste a la modernidad y la transculturización, ha sobrevivido a la conquista y a las invasiones culturales. Este ritual hoy es considerado por la UNESCO como patrimonio intangible de la humanidad

En síntesis, una de las formas que tenemos los mexicanos de conservar nuestras tradiciones e identidad, es a través del ritual del día de muertos, donde los componentes simbólicos de nuestra cosmovisión se expresan y definen nuestra identidad nacional.

Foto: México Desconocido