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Otis, punto de inflexión de la 4T

 

Estamos a punto de entrar al final del año con una noticia muy lamentable para el país: el pasado huracán Otis de todos traído y llevado, que devastó Acapulco entero tiene que ser sin duda, un parteaguas en la vida de México, de Guerrero, pero también en la vida política del país.

Sin duda Otis dejó al descubierto muchísimas carencias, dejó al descubierto un gobierno sin conducción, un gobierno insensible, un gobierno sin reacción, un gobierno falaz, mentiroso y abusivo, ese es el gobierno del estado de Guerrero.

Históricamente Acapulco ha sido el lugar a través del cual el estado de Guerrero se destaca medianamente, y así se ha dado a conocer en el país. Hoy la corrupción, el abandono y la simulación son parte del desastre que vive el Estado de Guerrero.

Para nadie debería ser un secreto, para nadie, que Acapulco subsiste en el 90 por ciento del turismo que a lo largo del año disfruta de las hermosas Bahías del paradisiaco puerto de Acapulco, que el 90 por ciento subsiste de la economía local que generan los restaurantes, las fondas, los bares, los centros nocturnos, la vida de dia en las playas y su propia economía circulante, incluso el Comercio Ambulante, en las playas en los lugares turísticos, en los hoteles y sus alrededores forman parte de la economía formal de Acapulco.

Luego entonces, habría que cuestionar cuál es el programa operativo anual en materia de Protección Civil del Estado de Guerrero, lugar geográficamente susceptible siempre a sufrir estos fenómenos naturales como tormentas tropicales, huracanes, movimientos telúricos, en fin, ¿Cuál es la responsabilidad del gobierno del Estado en esta tragedia?, si no son capaces de estar monitoreando 24 horas las posibles llegadas de tormentas tropicales o de huracanes de la magnitud y devastación de Otis.

Habría que cuestionar ¿por qué el Estado fue omiso en la prevención de un desastre natural de esta magnitud? El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos alertó con más de 20 horas de anticipación que la tormenta tropical que habría de desarrollarse en el puerto de Acapulco, podría transformarse en muy pocas horas en un huracán categoría 5.

Las redes sociales hoy detonan exponencialmente cualquier noticia de cualquier índole, casi en tiempo real por que no encontramos en el transcurso y desarrollo de la formación del fenómeno meteorológico hoy conocido como Otis, una sola noticia en redes sociales de prevención, conociendo lo devastador de los huracanes categoría tipo 5 en la historia.

Es inadmisible que después de lo ocurrido el Gobierno Federal pretenda utilizar esta tragedia como un distractor de lo verdaderamente ocurrido y como una oportunidad electorera. El pueblo de Guerrero tiene memoria.

Es evidente que se tiene que cuestionar las decisiones del Gobierno Federal respecto por ejemplo de cancelar fideicomisos que en el pasado fueron creados precisamente para cubrir las necesidades prioritarias de eventos como Otis en Acapulco y desde luego me refiero a los más de 30 mil millones de pesos del FONDEM, de sus reglas de operación y de lo mucho que hoy Acapulco necesita de estos recursos para levantarse.

Sin duda diciembre históricamente ha sido la segunda temporada más importante de vacacionistas, de turistas y de recuperación económica en el puerto de Acapulco, Guerrero.

La ocupación hotelera se estima en más del 90 por ciento en estas fechas a partir del 20 de diciembre hoy estamos a 40 días de qué esa fecha pase a la historia como la peor Navidad y Año Nuevo para los habitantes del puerto de Acapulco.

Las formas en las que el Presidente de la República ha encarado mediáticamente el asunto, no son las mejores, el Presidente debiera de convocar a sus funcionarios, convocar al Poder legislativo a recrear un nuevo FONDEM y que lo presuma el no importa, a la nación misma, a colaborar de manera directa en la reconstrucción de Acapulco, en el renacimiento del puerto de Acapulco, otrora joya turística de Latinoamérica reconocida en el mundo por sus bondades naturales y por la hospitalidad de la gente, por eso titularemos esta intervención editorial, queridos lectores, como el punto de inflexión del Presidente Andrés Manuel López Obrador y de su cuarta transformación.

El huracán, el desastre y devastación de la ciudad, de su origen, de su vocación turística por completo. Son los retos de cara a la elección del 24 y sus aspiraciones de seguir consolidando su forma de gobierno. Y su transformación.

Hoy, es el momento en el que el Presidente de la República, tiene que poner orden, tiene que mandar señales mucho más allá de la política o de la politiquería, hoy es cuando el Presidente tiene que demostrar y tiene que darle a México, señales de estadista, tiene que responderle a la ciudadanía de Acapulco, y al estado de Guerrero con toda la fuerza del Estado Mexicano en su conjunto, con toda la fuerza de reconciliación nacional y con toda la sensibilidad política de cara a la realidad histórica que vive el puerto de Acapulco, el estado y su gente.

Lamentables, las declaraciones de una Presidente Municipal ignorante y muy del estilo de la 4T, la desesperación de la gente, aunado a la simulación de su gobierno municipal nada tienen que ver con la cohesión social, es inadmisible escuchar a una representante popular justificar actos de violencia delitos consumados insisto su pretexto de la desesperación social como justificante social.

Por eso decíamos que este Otis, será un punto de inflexión en la vida política no sólo de Guerrero sino del país, en un mes y medio terminará el año y comenzará otro año electoral y de resultados de la cuarta transformación en el país, hoy las encuestas a lo largo del país siguen dándole a Andrés Manuel López Obrador un gran margen, amplio margen de aceptación, de cariño y de respeto de la mayoría de los ciudadanos en México . Por eso insistimos que Otis puede ser el punto de quiebre entre dicha aceptación e imagen o puede de una vez por todas despertar las conciencias colectivas de quiénes a lo largo del sexenio se han manifestado en contra de la política pública de la cuarta transformación en el país.

Habremos de esperar en los próximos 30 días, cuál es el rumbo de recuperación de Acapulco, cuál es la verdadera fuerza del Estado Mexicano para definir programas y estrategias de recuperación económica en Acapulco, los paliativos, las donaciones, mucho más allá de si las tiene que entregar el ejército o no, tienen que llegar de manera transparente a Acapulco pero yo voy mucho más allá, insisto de la conciencia colectiva con la que los mexicanos nos arrojamos a ayudar en eventos de esta naturaleza, muchos han pasado en el país y el mexicano de suyo, comprometido, solidario, honesto, ha puesto de manifiesto el amor a su país, el amor a su patria, el amor a sus conciudadanos y hemos puesto de manifiesto el dolor que nos causa ver a un compatriota en desgracia.

Pero hoy, hoy es el verdadero momento en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador, sus funcionarios y su modelo de gobierno tienen que sacar adelante a Acapulco y demostrarle a México que su cuarta transformación tiene sentido, que su cuarta transformación tiene objetivos y que su cuarta transformación no defraudará al pueblo de Guerrero, muchos temas son los que podríamos criticar de las decisiones gubernamentales del Gobierno Federal, muchos temas quedan pendientes en el desarrollo de la democracia mexicana, pero hoy , hoy es el punto de inflexión de la 4T, de cara a las decisiones de recuperación en menos de 30 días y en ese momento, el pueblo de México, tendrá la posibilidad de saber, de entender pero sobre todo de decidir, si la cuarta transformación en México funciona y el proyecto de desarrollo de Andrés Manuel López Obrador puede ser el futuro de México.

Muchas gracias.

Nos leemos en la próxima.

*Padre de familia, político y soñador en busca siempre de un mejor Morelos para todos.