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El día de hoy, 10 de noviembre, la Coalición encabezada por MORENA dará a conocer quiénes serán sus candidatos a las nueve gubernaturas que se disputarán en el 2024. La Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán son las entidades federativas en las que se renovarán los gobiernos estatales. Siempre hemos sostenido la importancia y el rol que tienen las y los gobernadores en el curso de la gobernabilidad de la nación. Por lo que la selección de candidatos poco competentes, populistas, con problemas de carácter, o con ideologías que dividen a la sociedad pueden tener consecuencias muy importantes en el proceso democrático, en la gobernabilidad y en la confianza pública. Al final del día, malos candidatos, y a la postre malos gobernantes, pueden minar la esencia de la democracia.

Esto viene a cuenta porque cuando se elige en base a la lealtad, por ser parte de un grupo político, por el respaldo financiero, por la popularidad, antes que la competencia y los méritos, se erosiona el principio de escoger representantes que sirvan al mejor interés de la gente. Es decir, con perfiles inadecuados en las candidaturas se desgastan los valores democráticos. Habemos quienes hoy estamos conscientes de esta realidad política en México, y no podemos dejar de reconocer el gran daño que al final se le hace a la gente con personajes que no saben gobernar. Ejemplos de esta generación de gobernadores salientes sobran. El costo de malos gobiernos lo ha llevado la gente, la situación que viven varios estados es verdaderamente caótica.

En la realidad que vivimos, no hay duda de que la siguiente premisa es cierta: gobiernos ineficientes y gobiernos fallidos son el resultado de tener malos candidatos. Sin la habilidad, la experiencia y el conocimiento para gobernar, las consecuencias pueden ser desastrosas. En el estado de Veracruz, un distinguido miembro del movimiento obradorista, que había levantado expectativas muy importantes, ha terminado en un gobierno desastroso. Lleno de ocurrencias, de imitaciones, de pretextos y de excusas Veracruz flota esperando que el periodo del gobernador termine. El gobernador colgado de la imagen presidencial busca sobrevivir políticamente pero el daño está hecho. Veremos el año que entra qué tanto.

Problemas éticos, de mala conducta, corrupción, daño al erario, asociación con delincuentes se ha vuelto normal en los tiempos que vivimos. Cuando los partidos políticos postulan a este tipo de candidatos mandan un mensaje peligroso: que el mal compartimiento público es aceptable en la realidad política. Esto erosiona la confianza en el sistema y a la larga en los partidos políticos, porque provoca desilusión entre los votantes. En Morelos, un candidato popular ha resultado el peor gobernador que ha tenido el estado, y superar eso a algunos les parecía imposible; parece disponer del erario como si fuera propio. Un personaje con problemas personales muy graves ha llevado a la quiebra financiera, al resquebrajamiento social y a la división política a Morelos. Candidatos populares pero gobernantes ignorantes y soberbios están minando la confianza publica. Hoy ese estado está en riesgo para MORENA.

Los malos candidatos provocan polarización y división y se crea un ambiente político tóxico. Terminan generando división en la sociedad y es difícil encontrar consensos para el buen gobierno y la gobernabilidad. Pasó en Puebla, un gobernante que decidió pelearse con todos. Que creó un ambiente de hostilidad política y decidió atacar a la gente de su propio partido. Hoy tiene a Puebla en una situación política complicada, a la oposición gobernando en la capital y al partido que lo postuló sin certezas del futuro inmediato.

También, el tema de género impactará en la selección de candidatas y candidatos a las gubernaturas. Esta semana una mayoría de Magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral confirmó el criterio del INE de que los Partidos y sus Coaliciones deberán postular 5 mujeres y 4 hombres. Esta circunstancia hace todavía más complejo el proceso de selección. En el caso de MORENA y sus aliados todavía hay dudas por despejar. En la Ciudad de México existe una gran duda si será mujer u hombre; Chiapas parece estar decidido para mujer, al igual que Veracruz, Guanajuato y Morelos. Puebla, Tabasco y Yucatán serán hombres. Veremos qué hace el Frente Amplio y Movimiento Ciudadano que sin duda se irán a la pesca de varios de los perdedores.

En conclusión, se daña al sistema político cuando en la selección no hay buenos candidatos, la consecuencia inmediata es que se provoca abstencionismo por el desencanto popular. Después, ya como gobernantes, se afecta la salud institucional de los estados y sobre todo la vida social y económica de la gente, del “pueblo”. Por eso, los partidos políticos deben priorizar candidatos competentes, con méritos. Las y los escogidos deben responder a su electorado y no pueden seguir limitando su papel a discursos que arrancan el aplauso fácil porque el país, nuestro México, ya no esta para seguir viviendo de sueños guajiros y promesas incumplidas.

¿Y si los partidos dejamos de pensar en votos y pensamos en buenos gobiernos? Otro gallo nos cantaría.