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Sí ocurre.

Esta es la historia de todos lo que piensan que nunca se les quemaría la casa.

(Pero siempre hay una vela que se cae, un cerillo caliente que “ilumina” el bote de basura, una sustancia inflamable en contacto con la desgracia.)

Sí te chocan.

Este es el cuento de los que creen que su auto es inmortal como sus dueños.

(Por años que lleves al volante, por más precaución, aunque no bebas, pese a que nunca manejes cansado.)

Sí da positivo.

Esta puede ser novela de quien nunca pensó contagiarse o ver un tumor canceroso en una radiografía.

(“Y eso que corres diario, comes sano, no tienes sobrepeso, ni fumas”).

Pueden escribirse bibliotecas infinitas advirtiéndote, historias impensables, sorpresas de terror y, aun así, ves a la chica que vende seguros como a quien cigarros en una discoteca.

(“Pobrecita, no encuentra trabajo”.)

Las cifras denuncian nuestra irresponsabilidad. De acuerdo con la encuesta nacional de inclusión financiera realizada en el 2018 por el INEGI, sólo el 23.6% de los mexicanos tenemos contratado algún tipo de seguro. Esto quiere decir que el 76.4% restante deberá pagar de su propia bolsa los gastos derivados de un choque, un robo, un incendio, una atención médica o hasta la muerte (1).

¿Qué tan abultada es “la propia bolsa”? He aquí una posible respuesta: “La cartera vencida para los financiamientos de consumo (tarjetas de crédito, préstamos personales, de nómina, adquisición de bienes de consumo, entre otros) llegó a 34 mil 65 millones de pesos, incremento de 24.8 por ciento respecto a los 27 mil 287 millones reportados durante el primer mes de 2022” (2).

¿Alguien que no puede salir del buró de crédito pensará en comprar un seguro?

Debería, pero tal vez no cuenta con la información necesaria. Quizá no sabe cómo, cuándo, dónde. De hecho, un gran porcentaje de la población en nuestro país no cree que necesite de un seguro, por eso se persigna, se encomienda a la Virgen de Guadalupe y todo lo demás es un “primero Dios” que calma los nervios hasta que …

Te preguntan si tienes seguro. Y no. Pides prestado otra vez. Una cantidad que no puedes pagar, así que, si no eras miembro del buró, terminas en esa lista. Se abre y se cierra un círculo vicioso. Otro más.

No nos enseñaron a prevenir.

No nos mostraron que la vida es frágil.

Nos dijeron que la suerte es todo.

Y no.

La suerte convertida en creencia, en cinco razones para no contar con la protección de un seguro:

  1. No lo necesito, no me interesa.
  2. No tengo dinero o no tengo trabajo con un ingreso estable.
  3. Se me hacen muy caros.
  4. No confío en las aseguradoras.
  5. Tengo algo ahorrado para imprevistos.

Ya se habló de las razones 1 y 2. La tres restantes son arenas de otros costales. Seguros hay de todos tamaños, colores y sabores. Las aseguradoras no son vampiresas dispuestas a todo para nada. Nuestra cultura comete el grave error de un imaginario que paga cara cada prejuicio. Admitamos que carecemos de educación financiera. No gastamos si no es nombre de la pachanga, bien lo explicó Octavio Paz: “Pero a diferencia de lo que ocurre en otras sociedades, la fiesta mexicana no es nada más un regreso a un estado original de indiferenciación y libertad; el mexicano no intenta regresar, sino salir de sí mismo, sobrepasarse. Entre nosotros la fiesta es una explosión, un estallido” (3).

Para la fiesta del santo patrono de cualquier iglesia, en cualquier lugar pobre de este país, siempre habrá dinero. Alguien romperá una alcancía. Alguien hará una tanda. Alguien pasará un sombrero o pedirá cooperación en nombre de la sagrada solidaridad del barrio, ¿en qué universo ocurriría lo mismo para comprar un seguro?

  1. Ver en https://www.bancompara.mx/blog/2021/11/01/la-razon-n1-de-los-mexicanos-para-no-adquirir-seguros/?fbclid=IwAR1N6_j5anlnHsLMW9xIL4LDAxY6RS8Whfl8R_CeG3Yn6Cf1OlfawGxEXOA#:~:text=La%20encuesta%20del%20INEGI%20nos,sus%20ingresos%20son%20variables%203. Consultado el 11 de noviembre de 2023.
  2. Nota de La Jornada del 17 de septiembre de 2023. https://www.jornada.com.mx/notas/2023/03/06/economia/cartera-vencida-en-credito-al-consumo-se-dispara-casi-25/. Consultado el 12 de noviembre de 2023.
  3. Paz, Octavio. (2018). El laberinto de la soledad. CDMX: FCE.