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La eliminación de la violencia contra la mujer: una lucha permanente en México

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que en nuestro estado debe tener un significado muy especial, pues en pocas entidades de nuestro país las mujeres viven constantemente en tanto peligro.

Morelos ocupa el segundo lugar a nivel nacional en cuanto feminicidios, lugar asombrosamente aterrador si consideramos que el nuestro es uno de los estados más pequeños de la nación. Por lo numeroso de los casos de violencia contra la mujer, desde hace ocho años opera la Alerta de Violencia de Género en otros tantos municipios morelenses y este año, a esa lista se sumaron tres, por lo que casi una tercera parte del territorio estatal tendrá vigente la Alerta.

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se originó por el asesinato de las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, también conocidas como las «Mariposas», quienes fueron asesinadas brutalmente el 25 de noviembre de 1960 en República Dominicana cuando las regresaban de visitar a sus esposos, encarcelados por ser opositores del dictador Rafael Trujillo. Las “Mariposas” Mirabal eran activistas políticas y fueron golpeadas y estranguladas por agentes de la inteligencia militar de su país, aunque sus cuerpos fueron colocados en el vehículo en el que viajaban y simulando un accidente automovilístico. Este acto atroz provocó indignación y conmoción en la sociedad dominicana y marcó un punto de inflexión en la resistencia contra la dictadura de Trujillo.

El 25 de noviembre fue posteriormente designado como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en honor a las hermanas Mirabal y hoy se erige como un recordatorio imperativo de la persistente batalla contra la violencia de género en todo el mundo. Este día, que encuentra sus raíces en el brutal asesinato, busca sensibilizar a la sociedad sobre la violencia sistemática que afecta tanto a mujeres adultas como a niñas y ancianas.

Como otras fechas conmemorativas, la importancia de esta radica en su capacidad para poner de relieve la gravedad de un problema que atraviesa todas las fronteras y afecta a mujeres de todas las edades, clases sociales y niveles educativos. México, y Morelos principalmente, no es inmune a esta realidad preocupante. Las estadísticas de violencia de género son alarmantes, con un aumento constante en los casos de feminicidios y violencia doméstica.

La historia de la lucha por los derechos de las mujeres en México ha sido una lucha constante, marcada por avances significativos pero también por desafíos persistentes. A lo largo de las décadas, se han promulgado leyes para proteger a las mujeres de la violencia, pero la implementación efectiva y la conciencia social son esenciales para lograr un cambio real. La discriminación de género arraigada en la sociedad y la falta de denuncias efectivas contribuyen a la perpetuación de esta violencia.

Crear conciencia sobre la violencia de género implica no solo destacar la gravedad de los problemas, sino también abordar las raíces culturales y estructurales que la sustentan. La educación juega un papel crucial en este proceso. Fomentar la igualdad desde una edad temprana y promover modelos a seguir positivos puede contribuir a cambiar las percepciones y comportamientos arraigados en la sociedad mexicana que desplazan a la mujer de su legítimo lugar en la sociedad y en nuestras comunidades.

Por eso es una lucha permanente: un cambio cultural tan necesario no puede llegar por decreto, debe iniciar en la intimidad del hogar y en el desarrollo de las futuras generaciones de mexicanos con un concepto reivindicatorio del papel de la mujer y de la importancia de conservar cualquier vida para el bien de la comunidad, de nuestro estado y de la nación entera. En Morelos tenemos mucho trecho que recorrer todavía.