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Productores de aves cárnicas en todo el mundo sufren pérdidas de hasta 2,5 mil millones de dólares cada año por la coccidiosis, una infección parasitaria que provoca diarrea, descenso de producción y hasta la muerte, y que puede contagiar a las personas que consumen la carne de las aves infectadas.

El Centro de Investigación en Biotecnología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos logró la patente de una investigación que busca soluciones orgánicas para evitar la infección a través de la ingestión de una levadura que actúa en la fase previa de la infección, fortaleciendo el sistema inmune de las aves.

Edgar Dantán González, profesor investigador y responsable del laboratorio de Estudios Ecogenómicos del centro de investigación explicó que uno de los objetivos fundamentales del mismo es encontrar “soluciones orgánicas enfocadas en el control biológico, que utilicen microorganismos para ayudar a controlar plagas, pero no extinguirlas, y generar biotecnología de frontera de beneficio para la población”. Para ello la investigación busca “entender la información genómica que tienen las bacterias y nematodos, para diseñar nuevas formas biotecnológicas que lleven la ciencia básica a una fase de aplicación”.

Dantán González trabaja en el estudio de la interacción entre microorganismos, particularmente, para atender la enfermedad de la coccidiosis aviar, causada por un protozoario. Junto a su equipo, mediante la toma de muestras de excremento de pollo, lograron aislar una levadura denominada Meyerozyma guilliermondii, que ataca directamente en la fase previa de la infección, denominada ooquiste.

“Esta levadura podemos hacerla crecer rápidamente en el laboratorio, o incluso en medios muy económicos y utilizarla como alimento, las levaduras se comen y se beben, como, por ejemplo, las que encontramos en el pan, y tienen un alto nivel nutritivo, sobre todo la que estudiamos, que fortalece el sistema inmune de las aves, además de contar con algunas proteínas importantes”, profundizó el investigador.

Actualmente, la industria utiliza fármacos anticoccidiarios para atender la enfermedad. Los químicos sintéticos, sin embargo, afectan la salid de las personas y al medio ambiente, lo que llevó a su prohibición en Europa. De ahí la relevancia de la patente lograda por la UAEM y el trabajo de Edgar Dantán, que brinda una alternativa sustentable y natural al tratamiento del padecimiento; por lo que ya se promueve entre empresarios y productores avícolas para llegar a la fase de comercialización.

En el proyecto dirigido por Dantán, participan estudiantes de posgrado y licenciatura, que apoyan en el aislamiento de levaduras, la identificación de moléculas y genes y las pruebas con réplicas de la levadura. Además, ayudan a amplificar los genes, producirlos como proteína y evaluarlos en el laboratorio.

Dantán señaló la necesidad de que el sector pecuario deje las prácticas rutinarias en las áreas genómicas, por lo que este tipo de investigaciones pueden ser de gran ayuda, “debemos ir más allá de las problemáticas con la idea de que estas herramientas atiendan situaciones de actualidad, con la participación de otras unidades académicas de la UAEM o externas”, concluyó.