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Nuestras niñas, niños y adolescentes no deberían tener miedo de ir a la escuela

Abigail Rodríguez Nava*

La escuela, debería ser un espacio seguro, después de casa, donde nuestros niños, niñas y adolescentes (NNyA) encuentren el momento perfecto para adquirir sus conocimientos y las destrezas que necesitan para salir adelante cuando son adultos, pero ¿en realidad lo son?

Le cuestiono lo anterior porque de acuerdo con la estadística del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés: United Nations International Children’s Emergency Fund), 150 millones de estudiantes de entre los 13 y 15 años, han sufrido violencia entre compañeros, mediante el acoso, amenazas y peleas físicas dentro y fuera de clase.

¿A poco no en algún momento navegando en redes sociales se ha encontrado con estas peleas que son protagonizadas por NNyA? Parece que es una constante entre aquellos estudiantes principalmente de secundaria y preparatoria.

Como fue caso de Norma Lizbeth, en el Estado de México, donde la adolescente que cursaba el tercer grado de secundaria era víctima de bullying por sus compañeros de clase, y murió días después a consecuencia de las heridas que sufrió en cara y cabeza durante una pelea con otra alumna adolescente.

De este evento, circula un video en redes sociales, en el que puede verse como la menor víctima de 14 años es sometida por su compañera, quien la golpea con una piedra, ante la mirada de varios alumnos y alumnas, quienes incitaban con gritos “¡dale más fuerte!”, “¡dale una en la cara!” sin detener la agresión.

Bajo todo este pequeño contexto, la UNICEF refiere en su estadística que 1 de cada 3 estudiantes entre los 13 y 15 años han experimentado acoso, bullying o agresiones sexuales, por parte de sus compañeros en los planteles educativos, lo que trae puede traer como consecuencia: la baja en los resultados académicos, la inasistencia, el incremento del abandono escolar, pero en algunos casos, han llegado a tomar la decisión del suicidio.

Por otro lado, la Organización No Gubernamental (ONG) Internacional “Bullying sin Fronteras”, dedicada a la prevención y lucha contra el acoso escolar en el mundo, presentó la Estadística Mundial 2022-2023, en donde refiere que uno de los tres países con más casos en Bullying, es México.

Haciendo énfasis que siete de cada diez menores sufrían, todos los días, algún tipo de bullying, con 270 mil casos graves entre el bullying y ciberbullying. Todo esto es para dar una idea, del crecimiento de los casos graves en México, que ha sido del 50% con relación al informe anterior, es decir 180 mil casos.

Bajo todo ese escenario, estará de acuerdo conmigo, que es importante identificar los dos tipos de participantes, por ello le pregunto ¿cómo nos damos cuenta de que estamos ante una situación de bullying?

En el caso de la víctima, puede notarse más triste, falta a clases, se relaciona poco con los compañeros, presenta marcas o rasguños, pero principalmente hay cambios en su actitud y conduta.

Pero, en el caso del agresor, podríamos identificar que con frecuencia forma parte de las peleas o enfrentamientos, no controla sus impulsos y reacciones, puede notarse más agresivo, además de justificar sus reacciones violentas y no valorar la gravedad de sus actos.

Entonces, ¿qué podemos hacer para protegerlos del bullying? Es importante que se inicie con la prevención desde casa, donde fomentemos la comunicación, confianza, solidaridad, empatía, autoestima, autocontrol, respeto, tanto hacia compañeros como hacia profesores, enseñarles a tolerar la frustración y aceptarla como parte de la vida

Entonces debemos concluir que la sociedad, los maestros, pero principalmente los padres, tutores o quienes ejerzan la patria potestad de nuestros NNyA, debemos coadyuvar con las autoridades en la prevención del acoso escolar, en poner bastante atención en su conducta, fomentar la comunicación y cultivando los valores.

Nos leemos en la próxima columna.

*Jueza de Ejecución de Sanciones del Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes