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Los resultados de PISA, un diagnóstico para cambiar

 

El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó los resultados de la evaluación estandarizada realizada entre alumnos de 15 años en más de setenta países durante el 2022. Como en cada una de las ediciones anteriores a México le fue mal.

La prueba busca medir los conocimientos y habilidades de lectura, matemáticas y ciencias para resolver problemas reales y es el único instrumento útil para medir los avances y retrocesos en los fundamentos de la educación. Los datos para México son muy preocupantes.

La caída en el desempeño en comprensión lectora (5 puntos) y matemáticas (14 puntos), muestra que la pandemia por Covid-19 aceleró la tendencia a la baja de los resultados de la niñez mexicana; mientras que el descenso de nueve puntos en ciencias frena una mejora que parecía esperanzadora entre 2012 y 2018.

La evaluación no se reduce solamente a una prueba de desempeño académico, pero en la revisión de la convivencia escolar, los resultados tampoco son preocupantes. El 26% de los estudiantes se siente ajeno o marginado de la comunidad escolar; el 27% cree estar fuera de lugar o se siente incómodo en la escuela; y uno de cada cuatro se siente sólo en la escuela. Los datos muestran un aumento de estas fallas en la convivencia escolar entre 2018 y 2022 de entre cuatro y ocho por ciento.

La pandemia parece también haber afectado el ánimo de los maestros, mientras en el 2012 el 87% de los alumnos consideraban que los maestros estaban interesados en que los alumnos aprendieran matemáticas, en el 2022 la proporción cayó a 77%; y la proporción de alumnos que creen que su maestro ofrece ayuda extra cuando los estudiantes lo necesitan bajó de 80 a 79% en el mismo período. A pesar de la reducción, punto para el magisterio mexicano, los maestros interesados en el aprendizaje de sus alumnos en el país parecen ser casi 10% más que los del promedio de la OCDE.

Lo contextual, enmarca los resultados que deben prender alarmas y motivar acciones urgentes en México: el 66% de los estudiantes no fueron capaces de interpretar y reconocer, sin instrucciones directas, cómo puede traducirse matemáticamente una situación simple; 47% no pueden identificar la idea central de un texto de longitud moderada, encontrar información y reflejar el propósito y la forma de los textos cuando se les solicita explícitamente; y, 51% son incapaces de reconocer la explicación correcta de un fenómeno científico familiar, ni pueden usar ese conocimiento para identificar, en casos sencillos, si una conclusión es válida basados en los datos que se les ofrecen.

Es decir, en términos generales, el alumnado mexicano no alcanza el nivel dos de los cinco posibles, en la prueba; pero también presenta un rezago de hasta 75 puntos con respecto del promedio de los 23 países de la OCDE. Más allá, salvo en lectura, donde la tendencia más probable muestra una moderada mejoría, en materia de ciencias se muestra una ligera parábola, y en matemáticas aparece una mucho más pronunciada que prefiguran caídas mayores en los próximos años.

La prueba PISA identificó también la prevalencia de una brecha considerable (58 puntos), entre los estudiantes con ventajas socioeconómicas respecto a los desaventajados. Aunque esa diferencia es la menor entre los países de la OCDE, su estrechez deriva del bajo desempeño de los estudiantes mexicanos en la prueba; y del hecho de que alrededor del 12% de los estudiantes mexicanos en desventaja calificaron alto en la prueba de habilidades matemáticas.

En materia de género, los niños mostraron un desempeño mayor en 12 puntos que las niñas en matemáticas; sin embargo, en lectura, las niñas se desempeñan mejor que los niños por ocho puntos.

Los datos evidencian la urgencia de brindar atención especial a lo que ocurre en las escuelas. Las reformas educativas del 1992, 2008, 2014 y 2019, han tocado cuestiones de organización del servicio profesional y en menor medida a los planes y programas de estudio y asuntos de convivencia escolar. Sin embargo, debe reconocerse que el impacto de los cambios jurídicos al sistema educativo nacional ha impactado poco al interior de las escuelas y tampoco ha atendido retos nuevos en las aulas, como la incorporación de la tecnología, y el impacto de los nuevos retos para la convivencia escolar, aumento de la depresión y otras condiciones psicológicas e incremento de violencia, por mencionar sólo dos.

Los resultados de la prueba PISA evidencian la urgencia de un cambio en la educación que vaya, por primera vez, desde el aula a los despachos de las autoridades. Así de simple, y así de complejo.

@martinellito

martinellito@outlook.com