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Víctor Villarreal Cabello*

Medios de difusión, migrólogos y autoridades de migración usan metáforas del terror como “olas migratorias”, “hordas migratorias” y “crisis migratoria”. Además, usan eufemismos de la deportación como “rescate de personas migrantes” y “encuentros migratorios”. El uso de estos conceptos quizá es por el desconocimiento de causa y/o por la intención de aligerar palabras como deportación y expulsión forzada.

Tanto las metáforas como los eufemismos son utilizados con la intención de prohibir. Dice el odioso Octavio Paz “la prohibición implícita es la más poderosa; es lo que «por sabido se calla», lo que se obedece automáticamente y sin reflexionar”. Cuando se lee “ola, horda crisis migratoria” la evocación es absoluta: miedo, pero, sobre todo: terror. La inflexión discursiva tiende a “ola: inundación”, “horda: ¿de zombis?” y “crisis: hay que hacer algo”.

Miedo y terror son dos palabras que significan casi lo mismo, pero no son lo mismo. El miedo es un sentimiento que permite la preparación y la agilidad de las acciones con un margen relativo de acción. Mientras que el terror es un sentimiento más intenso que unifica la acción desmedida y el despliegue de elementos a la prontitud.

Las metáforas del terror son prudentes cuando se requiere el despliegue de acciones, fondos y capital humano. Si los medios requieren del incremento de lecturas o de clics en internet recurren al clickbait mediático. Si los académicos requieren fondos para sus proyectos o justificar sus investigaciones hablan del crecimiento poblacional de personas en proceso de movilidad, hacen uso de metáforas hidráulicas. Si los gobiernos requieren del despliegue de fondos monetarios, humanos, políticos y/o militares justifican sus acciones bajo la premisa de la “crisis migratoria”.

De acuerdo con la Real Academia Española: un eufemismo es una manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. Esa es la intención de los eufemismos de la deportación. Cuando en las noticias o en los comunicados de prensa se lee “rescate o encuentros de personas migrantes” se habla en realidad de la detención y de la deportación. La intención en ese sentido sería aligerar la carga que implica hablar del retorno de personas migrantes.

Los retornos podrían ser interpretados como violación al derecho de non refoulement (no retorno, por su traducción en francés) que prohíbe a los gobiernos regresar a los solicitantes de asilo sus países de emigración. Ante la mirada internacional, “detener y regresar migrantes” no evoca mucha apatía humanitaria, suena mejor y aligera el uso del lenguaje: “rescate de migrantes y encuentro de migrantes”.

Las tácticas discursivas requieren un espacio de reflexión porque detrás del uso de la palabra de manifestación suave, se esconde una evocación cruda, real, palpable dentro del sistema de deportación, selección y contención de la migración. Es imperiosa la difusión de perspectivas que nieguen el uso no sólo de discursos producidos para la contención migratoria, también, es prudente el estudio de los conceptos.

Tanto la metáfora como el eufemismo son parte de la cibernética. El lenguaje es la primera cibernética que trabajo el ser humano de manera racional, con una serie de símbolos, códigos, métricas, reglas y excepciones que permiten la complejización de la información. En un mundo infoglobalizado y de infodensidad el análisis y las ideas lentas son reemplazadas por la fugacidad eterna. Volver al origen, sin el asaz de la palabra leída, para descubrir lo que cubren las palabras.

*Milpaltense, internacionalista, escribiente y migrantólogo.