La COP 28: un avance significativo
Luis Tamayo Pérez
El miércoles pasado terminó la Cumbre de las partes (COP 28) realizada en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, con un logro muy significativo.
Luego de un comienzo cuestionado —pues se realizó bajo la presidencia del Sultán Al Jaber, el ministro de Industria y Tecnología de los Emiratos Árabes Unidos y director de la Compañía Petrolera de Abu Dabi, el cual era señalado por tener “conflicto de intereses”—, la COP de Dubai logró, al final, establecer, por primera vez en la historia, el acuerdo de eliminación progresiva de los combustibles fósiles. Ya no se aprecia imposible alcanzar, en el 2050, su completa anulación.
Este logro es muy importante porque derrotó al secretario general de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Haitlam Al Ghais— el cual instó a los miembros de su organización a rechazar cualquier acuerdo de eliminación gradual de los combustibles fósiles. La OPEP pretendía que tal punto de acuerdo fuese retirado “por irresponsable” y “por poner en riesgo la prosperidad y futuro de nuestro pueblo” (el de los países de la OPEP, se entiende).
La cumbre de Dubai tenía como encargo dos tareas cruciales derivadas del Acuerdo de Paris (2015): el ya mencionado establecimiento de los mecanismos para el abandono progresivo de los combustibles fósiles —y así garantizar que la temperatura promedio de la tierra no rebasase los 1.5 grados centígrados respecto a épocas preindustriales—, así como establecer los mecanismos para la transferencia de tecnología y capital desde las naciones desarrolladas a las naciones pobres (para que éstas últimas puedan realizar su transformación energética a las renovables). Este último acuerdo, desgraciadamente, no logró ser establecido y quedó pendiente.
Asimismo, fue muy cuestionado que el gas fuese considerado como un “combustible de transición” pues se olvida que está compuesto de metano, el cual, al quemarse, se convierte en CO2. Sabemos, además, que se escapa con gran facilidad, incrementando de manera sustantiva el sobre calentamiento de la tierra.
Otro punto cuestionado fue que, entre las medidas de reducción de los Gases de Efecto Invernadero acordadas, se aceptó también a la peligrosa energía nuclear, la responsable de las catástrofes de Chernobyl y Fukushima.
Otro acuerdo muy importante fue el de triplicar la instalación de sistemas de energía renovable en toda la tierra, lo cual es muy positivo [1].
Espero que tales acuerdos se repliquen en México pues actualmente vivimos como si no existiese el Calentamiento Global. Es por ello por lo que el gobierno establece al petróleo y el gas como base de su desarrollo y, en consecuencia, financia la explotación petrolera y compra y construye refinerías de petróleo. La administración actual parece no darse cuenta de que la inundación de Tabasco en el 2020, así como la reciente catástrofe de Acapulco son consecuencia del Cambio climático.
Es muy importante que los acuerdos de Dubai se implementen con presteza pues el futuro de la tierra se torna cada vez más sombrío: todo parece indicar que el 2023 será el año más caluroso en los últimos 100,000 años, innumerables especies y ecosistemas ya están condenados a la extinción, los polos y glaciares no dejan de reducirse y los fenómenos hidrometeorológicos (huracanes, sequías, ondas gélidas, ondas de calor, inundaciones e incendios forestales) se incrementan de manera exacerbada, todo lo cual generará la caída de la producción agrícola a cielo abierto. Los acuerdos de Dubai contribuyen a lograr que el clima inestable del futuro, así como las “catástrofes naturales”, dejen de ser un destino inevitable.
Quedamos a la espera de la financiación de los proyectos ambientales de las naciones pobres. En Dubai se dio un paso muy importante, pero los otros acuerdos son también imprescindibles.
