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Antes de cumplirse tres meses de la administración de Cuauhtémoc Blanco, en las primeras mesas de seguridad, se advertía de la urgencia de regularizar a cientos de motocicletas pues eran un vehículo usado por grupos delictivos para cometer crímenes con violencia. Las cifras con las que cerró ese año, el 2018, señalaban 927 robos de motocicletas y 693 homicidios dolosos cometidos en Morelos.

Desde entonces, es recurrente, desde el primer mes de cada año, el anuncio de operativos para detectar motocicletas irregulares y buscar meterlas en orden, sea en la mesa de seguridad o en la Secretaría de Movilidad y Transporte. Así pasó en el 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023. El aviso del 2024, sin embargo, viene acompañado de un rigor poco antes visto. El gobierno del estado notificará a los ayuntamientos del plazo de tres meses para que las ya miles de motocicletas irregulares que circulan todos los días en el estado acudan a emplacar, de lo contrario serán decomisadas y sus propietarios, en caso de usar documentos apócrifos, enfrentarían procesos penales que podrían llevarlos a prisión.

El emplacamiento no es solamente una medida recaudatoria, aunque en muchas de sus ediciones así lo ha parecido, también es un proceso que ayuda a la identificación vehicular y con ello facilita la ubicación de los propietarios y conductores. Sin embargo, el desorden que impera en el procedimiento en Morelos es evidente en todo el parque vehicular.

De los miles de motocicletas que circulan en Morelos, apenas un poco más de 150 mil tienen registro en el estado. De acuerdo con los cálculos de los ayuntamientos, unas 30 mil han sido detenidas por circular de forma irregular a lo que contribuye, sin duda, que estos vehículos se vendan ya hasta en los supermercados, y la alta demanda que tienen como herramientas de trabajo para miles de morelenses.

El problema con el anuncio hecho por el gobierno del estado radica en que no se percibe un solo cambio en la estrategia para forzar a los usuarios a regularizar sus vehículos. Aunque parece un llamado más severo de la autoridad, los operativos parecen ser los mismos que los motociclistas han burlado muchas veces, el establecimiento de puntos de revisión con fuerzas del orden para revisar documentación.

Sólo en los primeros once meses del año, casi dos mil motocicletas fueron robadas en Morelos, lo que las convierte en el vehículo automotor con mayor índice de siniestros: Si bien los operativos de los ayuntamientos han tenido un éxito parcial, en Cuernavaca se remitieron al corralón más de mil 300 motocicletas en el 2023, el problema crece mucho más rápido que la capacidad operativa de las autoridades para controlarlo. No bastan, entonces los operativos. Es hora de ponerse creativos porque las promesas, está visto, no viajan en dos ruedas.