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Víctor Villarreal Cabello*

El uso de la palabra “bombardeo” o ‘weaponising’ de migrantes a Estados Unidos desde Nicaragua se ha mediatizado a través de redes sociales y medios de comunicación masivos. En ese sentido enunciar estos dos eufemismos tiene como fin denunciarlos más que continuarlos. Desde finales del noviembre del 2023 comenzó a resonar que países como Nicaragua y El Salvador estaban permitiendo la entrada de migrantes africanos a sus países con el fin de presionar a Estados Unidos. Aquí algunas notas.

La migración transcontinental o que proviene de Medio Oriente, Asía, África y el Caribe llama la atención por diversas razones: su presencia se ha mediatizado, sus fenotipos son diferentes y atraen la mirada de los medios e instituciones. Además, los migrantes transcontinentales han empezado a utilizar estrategias de movilidad global complejas. En ese sentido, algunos medios de comunicación estadounidenses comenzaron a utilizar el concepto ‘weaponising’ que refiere a convertir a algo o alguien en un arma. O en su versión en el español mediático: “bombardear”. El uso de estas palabras hace referencia a que Nicaragua estaba convirtiendo la migración en “un arma” hacia Estados Unidos, a través de permitir la entrada de migrantes transcontinentales a sus territorios para que pudieran usar este espacio como un puente y así pudieran llegar a Estados Unidos.

Pero vamos por partes, el cruce de migrantes de todo el mundo por espacios de muerte como la Selva del Darién son evitados por el uso de “puentes” como Nicaragua. Este cruce se hizo popular a través de redes sociales, lo que enuncia una vez más la capacidad de los migrantes para cruzar fronteras, no como una medida de acción política, en primera instancia, sino como efecto de su necesidad de cruce de fronteras.

El uso de eufemismos como “bombardeo” o ‘weaponising’ es muestra de que los medios de comunicación son pieza clave para comprender y enunciar a las movilidades del mundo entero y que pueden repercutir de forma negativa por acaecer de prácticas periodísticas intolerantes, xenófobas y racistas. Pensar al migrante como un arma, como una bomba o como un castigo es contribuir a la estigmatización y criminalización de un grupo vulnerable.

Ni Nicaragua, ni El Salvador, ni ningún otro gobierno están “permitiendo” la entrada de migrantes, se están aprovechando de la situación. Cobrando los vuelos en más de 1,000 dólares según algunos medios. Otra forma de aprovecharse de este tipo de coyunturas o procesos es a través del uso de la presión que esto provoca entre los gobiernos. Nicaragua, amén a su dictadura se ve presionada por los países de la región y por Estados Unidos, una forma de generar contrapeso político es a través del uso de este tipo de mecanismos que le permiten margen de maniobra. Mientras gobiernos como México, Costa Rica y Colombia permiten adoptar medidas de contención global para que los migrantes de todo el mundo no lleguen a Estados Unidos, Nicaragua, a través de un tipo de “desobediencia” se aprovecha del ingreso económico producido por los migrantes y de la presión mediática y política que implica no hermetizar sus fronteras ante un proceso tan importante para Estados Unidos como la migración.

Algunos libros como “La question migratoire au XXIe siècle” de Catherine Wihtol De Wenden proponen que los espacios de cooperación permiten a algunos gobiernos la capacidad de negociar la apertura de las fronteras bajo términos como la gobernanza global para la migración. Idea discutida por otras migrantólogas en todo el mundo. Independiente al rumbo que tomen los procesos de liberalización o cierre relativo de las fronteras, las ciencias sociales, los medios, los gobiernos, la persona de a pie no deben olvidar que quienes cruzan las fronteras son otras personas. La migración se convierte en “moneda de cambio” o “carne de cañón” ante una maquinaria global de deportación, guerra y explotación de la mano de obra global.

Este texto es posible gracias a la base de datos del proyecto PAPIIT: IA301222 “Migrantes/solicitantes de asilo transcontinentales y la conformación de un espacio fronterizo de espera en México”.

*Milpaltense, internacionalista, escribiente y migrantólogo.