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Héctor H. Hernández Bringas*


Personas Desaparecidas II
“Busca en el agua y en los matorrales
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que lo trae el pensamiento
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro”
Rubén Blades
En la entrega anterior comentamos el crecimiento exponencial que ha tenido el número de personas desaparecidas en Morelos. Es necesario abundar en esta ocasión sobre el tema.
2022 ha sido un año particularmente trágico para Morelos en este renglón ya que, con información al mes de noviembre, han ocurrido 725 desapariciones: ¡más de 2 por día! Con esta cifra nuestro estado ocupa el deshonroso primerísimo lugar en todo el país si ponderamos las desapariciones por el número de habitantes, es decir una espacie de “tasa de desapariciones”. El promedio nacional es de 71 desapariciones por millón de habitantes, cifra de por si grave. En Morelos desaparecen ¡348 por millón!: cinco veces mas del nivel nacional y muy, muy por encima de lo que se registra en la mayoría de las entidades federativas como se puede apreciar en la siguiente gráfica:

Fuente: Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNB): Sistema Único del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas. Fecha de consulta: 15 de diciembre de 2022.

Otra lamentable peculiaridad del estado de Morelos es que, como en ninguna otra entidad federativa del país, desaparecen casi por igual hombres que mujeres (1.2 hombres por cada mujer). En las entidades mas violentas de país como Colima, Sinaloa y Sonora, la proporción es de más de cinco hombres por cada mujer. Tan sólo en el año que está por concluir, habrá desaparecido una mujer cada día en el estado, y la gran mayoría de ellas entre los 10 y los 24 años de edad.
¿¿Qué está pasando en Morelos??
Casi tres de cada 4 desapariciones ocurren en las zonas de Cuernavaca y Cuautla y sus municipios conurbados, ello no sólo se debe al peso poblacional de estas zonas, sino que con toda seguridad se asocia a que son centros de operación de grupos criminales de trata de personas con fines de prostitución, sicariato, venta de drogas. Muchos jóvenes, por voluntad propia o no, son enrolados en actividades criminales y también cantidad de mujeres son privadas de su libertad con engaños y torturas físicas y psicológicas, violentadas y amenazadas con daños a sus personas, a sus hijos y familiares cercanos.
Las desapariciones crecientes en la entidad son un agravio a la población que infligen grupos criminales con la tolerancia o de plano la participación de agentes gubernamentales corruptos y negligentes en la búsqueda de las victimas y los responsables.
Por la gravedad y las dimensiones que han adquirido las desapariciones en el estado, y por la indolencia gubernamental, la sociedad debe reconocer y apoyar el trabajo que desde hace lustros llevan cabo las buscadoras u organizaciones como la Asociación de Víctimas y Ofendidos de Morelos. La desaparición es un delito continuado que viola los derechos a la libertad, a la integridad personal, a la seguridad, tanto de de la víctima como de sus cercanos. Daña el tejido social y destruye la vida de familias entras.
*Investigador del CRIM/UNAM en Morelos.

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