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Cuernavaca ha destacado desde hace décadas por ser centro de una preponderante vida cultural. No son pocos los artistas, escritores, intelectuales, promotores, cineastas y creadores ya sean oriundos o que han adoptado a la eterna primavera como su terruño, que aquí despliegan su ingenio enriqueciendo el talento en la capital de Morelos. La música no es la excepción, y es entonces donde surge un referente de como la comunidad cuernavacense ha construido sin fines de lucro, historias de éxito alrededor de la cultura. En la década de los noventa, nacieron dos esfuerzos en torno a la música clásica. León Davidoff miembro notable de la comunidad judía y vecino de Acapantzingo promovió un festival musical que trajo a la ciudad a figuras de la talla del violista ruso Yuri Bashmet y a los solistas de Moscú. Los conciertos de Davidoff fueron esplendidos pero reducidos a un grupo pequeño ya que se llevaron a cabo principalmente en jardines particulares. Por esos años, otra distinguida residente de Acapantzingo, la ruso-japonesa Shigeko Watson organizó la asociación civil “Amigos de la Música de Cuernavaca” dedicada a la difusión de la música y de la cultura musical, con un particular acento en la música clásica. Shigeko fue un personaje muy querido en la ciudad y afortunadamente sembró bien, hoy a tres décadas de su constitución, Amigos de la Música de Cuernavaca continua su importante labor a tambor batiente y bajo la presidencia de Sergio Soto.

La Hacienda de Cortés es el magnífico escenario donde suelen darse las galas de Amigos de la Música, mismas que están abiertas al público en general previo pago del boleto correspondiente. Infinidad de expertos, artistas nacionales y extranjeros han sido invitados por la asociación en sus temporadas de conciertos. Preponderantemente los Prieto, destacada familia de músicos mexicanos que han integrado el Cuarteto Prieto conformado por Carlos Prieto (violonchelo) su hermano Juan Luis (viola) y sus respectivos hijos Carlos Miguel y Juan Luis como violinistas. Los recitales de los Prieto para Amigos de la Música en Cuernavaca se han dado en conjunto o de manera individual.

Carlos Prieto es un hombre singular, un caballero nato que es a la vez dueño de no pocos talentos que lo llevaron a ser un prominente ingeniero y economista que al cumplir los 40 años se consagró en cuerpo y alma a la pasión de su vida, el violonchelo. México entonces ganó a uno de los más avezados músicos de su historia y al primero de sus violonchelistas. Su incansable trayectoria lo ha llevado conforme a lo reseñado por su entrañable amigo Yo Yo Ma al estreno mundial de 114 obras, la grabación de más de 40 CD y DVD, a crear el premio internacional de violonchelo que lleva su nombre, a extensas giras por 5 continentes y a presidir el Conservatorio de las Rosas en Morelia el más antiguo de tierra firme americana. Sin temor a exagerar y para orgullo nuestro, una figura de talla mundial.

Carlos Prieto tiene un genuino afecto por Cuernavaca, y el pasado domingo dio cuenta de ello en la presentación de su libro “Mi Vida Musical” prologado precisamente por Yo Yo Ma y presentado por Amigos de la Música en la Hacienda de Cortés. Aquí es importante destacar no solo la magnífica organización por parte de la asociación, sino su envidiable poder de convocatoria, con una sala llena que seguramente rondó los doscientos asistentes.

La presentación del libro fue muy amena, acompañada por la proyección de testimonios gráficos que reseñan la vida musical y familiar de Prieto, quien estuvo acompañado por su familia. El libro detalla su virtuosa carrera musical, su relación con las máximas figuras musicales de la segunda mitad del siglo XX y lo que va del presente siglo, también con protagonistas de las letras y las artes con quienes ha forjado una genuina amistad. A su talante de músico se agrega el de viajero incansable, y sin faltar su faceta de prolífico escritor e intelectual, es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Real Academia Española.

El “encore” de la presentación fue la magistral ejecución de las suites de Bach, músico que sobresale por haber compuesto obras solo para violonchelo. Al final no queda más que agradecer a Amigos de la Música de Cuernavaca la soberbia presentación, pero sobre todo a Carlos Prieto su generosidad al compartir con Cuernavaca no solo la impecable ejecución de su violonchelo, sino los recuerdos de una vida entregada a las bellas artes y a lo mejor del pensamiento mexicano.

Carlos Prieto con Gabriel García Márquez y Mercedes, ilustres residentes de Cuernavaca. Tomada de «Mi Vida Musical» de Carlos Prieto

*Escritor y cronista morelense.