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Detrás de huacales que crecen a la orilla de la carretera federal Michapa-Amacuzac, se encuentran terrenos con siembras de maíz y sorgo; aun cuando el paisaje se aprecia pintado de verde y guinda, se advierte una baja productividad debido al escaso temporal en el año 2023.

“Las tierras de aquí son de temporal, todos los productores de la zona sembramos maíz o sorgo, depende de que los terrenos estén ricos en propiedades alimenticias para las plantas”, cuenta Alejandro Lugo, agricultor y ganadero de Coatlán del Río, Morelos.

Las siembras de temporal tradicionalmente se inician cerca del 15 de mayo, cuando se espera que caigan los primeros aguaceros y se remoje la tierra para poder barbechar con el arado, este primer paso puede realizarse hasta la primera semana de junio, de tal manera que entre el quinto y décimo día de ese mes, se siembran las semillas de maíz o sorgo.

Alejandro, además de sembrar en sus tierras, se dedica a maquilar la de otros productores; en el 2023, se enfrentó a la decisión de empezar con la labranza en junio, a pesar de que no había llovido. “Para el 15 de junio no había caído una gota de agua en esta zona, no era un temporal normal hasta esa fecha, así que hablé con los productores para empezar a barbechar en seco los primeros días de julio, así empezamos, con terrenos agrietados”, compartió.

De acuerdo con la literatura científica, las fases de floración y llenado de grano son las fases más críticas para obtener la máxima producción; la planta de maíz demanda más agua desde 15 días antes de la floración hasta 30 días después. Esto, desde la experiencia de Alejandro Lugo, suele ser en el periodo de mediados de agosto hasta septiembre.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua y el Sistema Meteorológico Nacional, para septiembre del año pasado, Morelos tenía el 86.9% de su área con sequía severa

(lo que significa probables pérdidas en cultivos o pastos, alto riesgo de incendios y escasez de agua lo que conlleva a imponer restricciones en el uso del vital líquido); y un 13.1% de sequía moderada (en este caso, se considera la presencia de algunos daños en los cultivos y pastos; existe un alto riesgo de incendios, bajos niveles en ríos, arroyos, embalses, abrevaderos y pozos; por lo que se sugiere restricción voluntaria en el uso del agua).

Para el caso del municipio de Coatlán del Río, se reporta sequía severa en el periodo del 30 de junio al 31 de diciembre del 2023. De acuerdo con la experiencias de los agricultores del sur-poniente de Morelos, en el temporal del año pasado hubo alrededor de cinco aguaceros, de los cuales dos fueron muy buenos, es decir, cayó mucha agua por un largo tiempo. “La lluvia sirve cuando llueve toda la noche a un ritmo, porque el agua penetra la tierra y además escurre para llenar las presas”, advirtió el agricultor Coatlense.

Lo que viven los productores de maíz y trigo en Coatlán del Río es un impacto del cambio climático antropogénico producido por el incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Como había advertido el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en el informe “Cambio climático y la tierra”, publicado en el 2020, la seguridad alimentaria se ve afectada debido al calentamiento global y a los cambios en los patrones de precipitación.

En México, la temperatura media del aire ha aumentado alrededor de 1.69 ºC, con respecto a inicios del siglo XX, tomando como referencia el periodo 1900 a 1930, según reportan investigadores del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, en el informe “Estado y perspectivas del cambio climático en México: un punto de partida” publicado el año pasado.

Además, reportan que se ha observado que la región norte-centro del país ha experimentado sequías excepcionales (D4) con una alta frecuencia, de acuerdo con la información recopilada por el Monitor de Sequía en México del Servicio Meteorológico Nacional. Las sequías excepcionales están caracterizadas por pérdidas excepcionales y generalizadas de cultivos o pastos, riesgo excepcional de incendios, escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos, con probable situación de emergencia debido a la ausencia de agua.

Las sequías del 2023 han mermado los ingresos económicos de los productores de la zona sur-poniente del estado de Morelos e impactado en la seguridad alimentaria. Esta situación requiere acciones de mitigación y adaptación del cambio climático. Alejandro, se apoya de aplicaciones del tiempo para decidir los días en los que podría iniciar la siembra; sin embargo no es suficiente para atender la problemática. Se requieren de políticas públicas que permitan luchar contra la desertificación y degradación de la tierra y garantizar la seguridad alimentaria.

La principal acción es limitar el incremento de la temperatura global a 1.5ºC; lo que implica la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. De acuerdo al Informe del IPCC publicado en el 2023, las opciones de adaptación y respuesta climática en materia de tierra, agua y alimentos más viables para conseguir aquella meta son: la mejora de la gestión de las tierras de cultivo, gestión de la biodiversidad y conectividad del ecosistema, adaptación basada en los bosques y agroforestería. Estas opciones de respuesta deben considerar factores biofísicos y socioeconómicos. Las prácticas de conservación, la mejora de la gestión y restauración de los bosques y otros ecosistemas han mostrado el mayor potencial para la mitigación económica.

El IPCC señala que la acción climática eficaz resulta de la coordinación entre múltiples ámbitos de políticas y procesos inclusivos de gobernanza, así como la implementación de leyes, políticas públicas y el acceso a la tecnología.

Referencias

CONAGUA. (3 de octubre de 2023). Monitor de Sequía en México del Servicio Meteorológico Nacional.

CONAGUA. (s.f.). Categorías de sequía. Recuperado de https://smn.conagua.gob.mx/es/categorias-de-sequia

Estrada Porrúa, F., Zavala Hidalgo, J., Martínez Arroyo, A., Raga, G., Gay García, C., & Lee Alardín, W. H. (2023). Estado y perspectivas del cambio climático en México: un punto de partida. México: UNAM.

IPCC. (2023). Climate Change 2023: Synthesis Report. Ginebra.