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¿Qué tan difícil se imagina que es enfrentar un proceso penal? Supongamos que durante cierto tiempo deba diario ir con abogados, a instituciones a decir una y otra vez el por qué está ahí, regresar y seguir platicando con abogados, con días que parecen interminables. Suena complicado, ¿no es así? Ahora, ¿se imagina por lo que atraviesa una niña, niño o adolescente (NNA) víctima de algún delito dentro de un proceso penal?

Es un tema que se ha viralizado, luego de que un juez dejó en libertad a un hombre que presuntamente abusó sexualmente de una niña de 4 años, sin embargo, es uno de tantos asuntos que se llevan bajo una perspectiva adultocentrista.

Cuando en la búsqueda de la justicia se re-victimiza

El ser víctima de un delito dentro de un proceso penal es enfrentar una victimización primaria ante los hechos y una secundaria ante las instituciones, esto tanto en el ámbito de adultos como en el de la infancia y adolescencia. Pero estos últimos enfrentan una dificultad mucho mayor, pues requieren protección especial apropiada para su edad, nivel de madurez y necesidades individuales especiales, de lo cual carecen algunas instituciones.

El enfrentar a los NNA a un proceso, sin un trato diferenciado o especial, lejos de protegerlos, en este caminar en busca de la justicia, los exponemos a entrar en el estresante mundo «adulto» del sistema jurídico penal; como lo es instalaciones no adecuadas, las demoras prolongadas, personas desconocidas, interrogatorios reiterados, innecesario e insensibles, los tiempos rebasados entre la denuncia y la presentación ante el juez.

Esto llega a ser intimidante y como resultado puede aumentar la ansiedad, sentimiento de impotencia, de culpa, pudiendo llegar a provocar graves consecuencias a largo plazo.

Obligación de respetar derechos y necesidades de los NNA en el ámbito jurídico

La Convención de los Derechos del Niño, la Observación General número 14 del Comité de los Derechos del Niño, las Directrices sobre la justicia en asuntos concernientes a los niños víctimas y testigos de delitos, la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, entre otros dispositivos jurídicos, obligan a que las autoridades que se encuentren en contacto de manera directa o indirecta con los NNA, realicen acciones encaminadas a la protección y restitución sus derechos.

En el tema que nos atañe en la presente columna, tanto las autoridades administrativas y judiciales no debemos ser ajenos a esta normatividad, aunado a que debe ser parte de nuestros instrumentos de trabajo.

El deber ser de una autoridad ante una víctima NNA

Todas las autoridades que tengan intervención de manera directa en la toma de declaraciones deben tener conocimiento de las necesidades específicas de los niños, abordando sus preocupaciones y garantizando un ambiente lo menos traumático posible.

Por lo que es necesario contar con salas especiales, pues un cuarto poco ventilado y con iluminación insuficiente dificultará las posibilidades de mantenerse atento y alerta, también es importante que dicha citación se realice de preferencia en un horario matutino, cubriendo las necesidades de alimentación.

De igual forma debe de haber una empatía previo a la extracción de los hechos vividos como víctima, creando lazos de confianza, aplicando “reglas”, esto es necesario para aclarar al niño qué se espera de él y para qué está ahí, recalcar la importancia de lo que está haciendo para sí mismo y afirmar que no es culpable ni responsable de lo que pasó.

Finalmente es importante saber cómo realizar las preguntas adecuadas a la edad de la víctima, debe ser cuidadoso al analizar las respuestas pues los niños se comunican también con expresiones faciales y movimientos. Y al advertir alguna ansiedad debe de pausar dicha entrevista, la cual debe ser en un tiempo razonable; lo anterior por decir algunas características importantes en la toma de declaraciones de NNA.

Responsabilidad del sistema judicial

Los jueces tienen la responsabilidad de asegurarse de que los casos donde las victimas sean NNA se aborden de manera justa y con la debida consideración de la perspectiva de infancia y adolescencia; esto implica comprender la naturaleza única de estos casos y la vulnerabilidad de los niños.

Es necesario que tengan conocimiento sobre sus características cognitivas, en específico cuando los niños narran un evento vivido de manera desordenada e interrumpida pues son mecanismos de defensa al momento de recordar y revivir situaciones angustiantes.

Un niño puede utilizar las mismas palabras que el adulto, sin embargo su significado puede diferir, por ejemplo, puede mencionar una referencia de tiempo o lugar, expresando “ese día” o “ayer”, refiriéndose a un tiempo pasado, el cual podría ser, días, semanas o meses; otro de los temas importantes que se deben de tomar en cuenta son los tiempos, pues al momento de llegar ante el Juez ya han trascurrido meses o hasta años, tiempo en el que posiblemente se han borrado algunos recuerdos.

Lo anterior, son algunas de las consideraciones que los juzgadores deberían de tomar en cuenta al momento de analizar la declaración de un NNA, empezando por este principio de autonomía progresiva, resaltando, la importancia de que todo juzgador, tiene la obligación de capacitarse en los derechos y necesidades de este grupo vulnerable, evitando que estas víctimas, quienes buscan justicia, terminen encontrando un mal trato institucional.

Reflexión

Los NNA víctima de un delito, para recuperarse de tal impacto, necesitan contar con personas que sienta que les creen y los apoyan, y la protección efectiva del sistema judicial, por lo que es necesario un modelo especializado para la toma de declaraciones infantiles para garantizar que se obtenga información precisa sin causar revictimización al niño, con profesionales especializados, en un entorno seguro y cómodo y que estas entrevistas sean adaptadas a la edad de la víctima.

Es necesario de igual forma en el ámbito jurisdiccional que se valore con mayor sensibilidad y teniendo en cuenta la perspectiva de infancias y adolescencias, contribuyendo a la efectividad de la justicia penal y protegiendo los derechos y el bienestar de los NNA involucrados en casos legales.

* Jueza de control y enjuiciamiento especializada en adolescentes del Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes del Estado de Morelos.