La ciencia no es un ente ajeno a nuestras vidas; por el contrario, está intrínsecamente entrelazada en cada aspecto de nuestra cotidianidad. Sin embargo, muchas veces pasamos por alto su relevancia y no nos percatamos de cómo influye en nuestras decisiones, en nuestra salud, en nuestro entorno y en nuestro futuro como sociedad. Es por ello que la divulgación científica emerge como una tarea esencial, una labor que va más allá de simplemente comunicar conocimientos, sino que implica un compromiso con la traducción de información compleja para un público más amplio y diverso.
En una charla organizada por el colectivo Científicos Anónimos Cuernavaca, Yeli Sánchez Guevara y Alejandra Zayas, científicas con una vasta trayectoria en la divulgación de la ciencia, compartieron sus reflexiones sobre los desafíos y la importancia de esta práctica. En primer lugar, destacaron la diferencia entre difundir y divulgar la ciencia. Mientras que difundir implica replicar información científica en diversos espacios, divulgar va más allá, requiere un trabajo de investigación y análisis para adaptar el conocimiento a audiencias no especializadas sin perder su calidad informativa.
En un contexto donde la ciencia es fundamental para enfrentar desafíos como la pandemia, queda claro que su divulgación es esencial. Como menciona Nayeli Sánchez, la rápida producción de vacunas contra el COVID-19 evidencia la importancia de la ciencia en momentos críticos. Además, la ciencia permea nuestra vida diaria de maneras sutiles, desde la producción de alimentos hasta la toma de decisiones cotidianas.
Alejandra Zayas comenta que el papel de la divulgación es importante en el desarrollo del pensamiento crítico. Observar, analizar y cuestionar son habilidades esenciales utilizadas en la ciencia que pueden aplicarse en la vida diaria para comprender mejor las problemáticas actuales y tomar decisiones informadas. Agregó que en México, la falta de uso y desarrollo de la ciencia nos ha generado una dependencia costosa de tecnologías extranjeras. Sánchez Guevara añadió que la divulgación científica necesita llegar a los tomadores de decisiones para impulsar el desarrollo interno. Es crucial investigar y desarrollar tecnologías desde nuestra perspectiva como país para satisfacer nuestras necesidades específicas.
Desde esa perspectiva, ¿qué medidas pueden tomarse desde los puestos de decisión en Morelos para respaldar la divulgación científica? Nayeli Sánchez sugiere que es esencial respaldar los esfuerzos comunitarios dirigidos a la divulgación de problemas ambientales, sociales y otros temas relevantes. Esto incluye el apoyo a festivales de cine, al Museo de Ciencias del Estado de Morelos y otros espacios que contribuyan a la difusión del conocimiento científico. Estas pequeñas acciones y espacios se suman y permiten que la gente reflexione sobre los problemas y considere posibles soluciones. Recalcó que es fundamental que la población se sienta identificada y motivada para participar en la resolución de los desafíos existentes.
Por otro lado, Zayas piensa que se deben apoyar estos esfuerzos desde diferentes puntos. «Tuvimos la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología que duró poco y se eliminó. Sin duda era algo que daba fuerza a los esfuerzos de divulgación que existían», comenta. Quien tiene ese papel ahora es el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos, sin embargo, asevera que pierde fuerza. «Al final de cuentas hacen falta mecanismos que aseguren el seguimiento y la continuidad. Hacen falta recursos no solo económicos sino humanos, infraestructura y todo lo que conlleva mantenerlo», asegura.
Finalmente, Sánchez recalca la importancia de reconocer y respaldar los esfuerzos realizados por instituciones educativas como la UAEM, la UNAM y otros centros de investigación. Apoyar estas iniciativas contribuirá a mantener y fortalecer los programas de divulgación científica que realizan.
