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NUEVO PACTO MUNDIAL PARA LA PAZ

 

Hace unos días el papa Francisco convocó a premios Nobel y a personalidades de la ciencia, la política, el arte y el deporte, para reflexionar sobre la construcción de la paz en el mundo, bajo un nuevo paradigma, el de fraternidad humana. El objetivo de la convocatoria es elaborar un nuevo pacto mundial, afirma el comunicado del Vaticano. La convocatoria se realizaría los días 10 y 11 de mayo del presente año.

 

Para aportar mi granito de arena en esta construcción global, acudo a dos conceptos que he manejado en esta columna. Por una parte, el pensamiento ecocéntrico que implica una relación de solidaridad, respeto, afecto y cuidado con el medio y por otro lado un componente de lo humano, la Fraternidad, entendida ésta en su sentido más amplio por lo que incluye tanto a humanos como a los no humanos y a la naturaleza toda, a la manera del hombre de Asís.

El vocablo Fraterno se deriva del latín frater, hermano. Este término se usa para describir relaciones o sentimientos amables y solidarios, similares a los que se esperan de los hermanos. En un sentido más amplio, la fraternidad se refiere a las relaciones de apoyo y solidaridad entre las personas que fomentan un sentido de comunidad y de cooperación.

Fraternidad es un concepto que se aplica en diferentes ámbitos y contextos desde el familiar, el social, político, religioso, económico, educacional y más. En cada uno de estos ámbitos, la fraternidad busca derribar las barreras que hay entre los individuos y los grupos para gestionar una comunidad más unida, solidaria, en una relación armónica y de paz.

 

Las características de una relación fraternal están definidas por las relaciones del amor incondicional que por naturaleza se da entre los hermanos de sangre, tales como la solidaridad, el respeto, la confianza, la comprensión, la empatía, la igualdad, el compromiso y el afecto. Aunque la historia narra algunas relaciones entre hermanos que no se ajustan a estas características como el caso de los hermanos Caín y Abel.

Lo fraterno como componente fundamental de lo humano, parte en la premisa de que todos los seres humanos somos una gran familia, la familia global, lo cual es indiscutible y absolutamente cierto toda vez que todos los seres vivos, entre éstos, los humanos, tenemos un origen común.

Hoy el mundo, requiere para su supervivencia de un nuevo código en las relaciones entre los humanos, soportado en una hermandad universal que sustituya el pensamiento antropocéntrico por uno ecocéntrico bajo el cual el concepto de hermandad incluye a los humanos, a los no humanos y a la naturaleza no viviente.

El ecocentrismo coloca a los ecosistemas y a la naturaleza en el centro de las consideraciones éticas en oposición a la actual visión antropocéntrica que ubica al hombre como el centro de la naturaleza.

La fraternidad implica un sentido de hermandad, solidaridad y apoyo mutuo entre las personas. Tradicionalmente el concepto se ha centrado en las relaciones humanas, pero bajo una lógica ecocéntrica y de hombre especie, la fraternidad se extiende e incluye a todos los componentes de la naturaleza con la que interactuamos los humanos.

 

En resumen, la fraternidad es un componente importante de la visión ecocéntrica que fortalece la respuesta global ante las crisis ambientales como el calentamiento global, la escasez del agua, energía y de otros recursos que no hemos sabido cuidar.

Me atrevo a aseverar que la simbiosis de la fraternidad con el ecocentrismo da una visión más incluyente que reconoce y respeta la interconexión de todos los seres vivos con el entorno natural promoviendo un trato más ético, sustentable, armónico y de paz en el macrosistema llamado tierra.

De aquí que la fraternidad como un componente de lo humano y una visión ecocéntrica pueden sentar las bases de un nuevo paradigma que se traduzca en un mundo sin violencia, en paz y en armonía con la naturaleza, entendida ésta como la entidad ecológica global, nuestra casa común, el planeta tierra.

Quedamos pendientes de las declaraciones que resulten de la convocatoria del Vaticano para la construcción de la Paz a partir de la hermandad humana.