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Información, estadística y probabilidad. Dos mujeres, un solo destino

Braulio Hornedo Rocha*

¡Al fin termina el periodo electoral 2024 en México y en el Estado de Morelos! Por primera vez en la Historia mexicana, son dos mujeres las contendientes principales, a la presidencia en el caso de la elección federal y a la gubernatura del Estado. El tercer candidato para la elección federal y la tercera candidata en la elección estatal, son altamente improbables de ganar la contienda si nos atenemos a los datos disponibles en el mar de encuestas publicadas en los pasados meses. De lo único que podemos hablar es de grados de probabilidad y en su caso son nulos. Y de probabilidades es de todo de lo que en realidad podemos hablar en un mundo contingente, regido por la incertidumbre y el azar como en el que vivimos.

En lo personal no desdeño a la juventud en general, tan inmersa en otra realidad con la nariz en la pantalla. Los valoro como una promesa potencial y latente de nuestra especie. Pero sí detesto a ciertos jóvenes que combinan una execrable mezcla de tres rasgos propios de su edad: la arrogancia, el engreimiento y la inexperiencia.

La estadística es uno de los componentes básicos de nuestra comprensión del mundo en la época moderna. Su tarea consiste en recopilar, organizar, analizar y finalmente interpretar datos de la más diferente naturaleza. Por ejemplo, las moléculas de un gas en un recipiente determinado, o las personas que asisten a votar sobre el total del padrón de ciudadanos registrados. Nuestro entendimiento del mundo físico ha cambiado radicalmente desde finales del siglo XIX, momento que se da un tránsito a una nueva concepción de la materia y la energía en el universo, que incluye a un tercer componente en la tríada, que es la información. Materia, energía e información se convirtieron en los tres pilares de nuestra comprensión científica del universo. La información es una medida probabilística susceptible de medida gracias a la estadística y la cibernética.

Pero aquí comienza el problema con el gelatinoso y popular asunto de confundir de forma agravada a la información con los datos y viceversa. Esta confusión no nos permite distinguir entre la forma y el contenido, entre el medio y el fin, mucho menos discernir entre el proceso y la substancia.

Las encuestas se han convertido en el instrumento estadístico de moda profesional en la política. La diversidad de enfoques, empresas y metodologías representan una fuente de una confusión enmarañada. Existen empresas encuestadoras serias y confiables en diferente medida, también una legión de patos, patitas y patotas. Hay métodos diversos y siempre un cierto grado de confianza, o mejor aún dicho, de incertidumbre en los resultados.

Lo que obtenemos es la recopilación de una muestra que por definición es de forma parcial y de la que sólo podemos obtener diversos grados de incertidumbre. ¡Nunca certezas! Únicamente grados de probabilidad. En esto consiste el punto neurálgico de la perspectiva cibernética matemática del asunto.

La estrategia electoral Trump 2016 se ha convertido en el modelo de estrategia política de la oposición en el México que mira al norte y habla inglés. Gusta de hamburguesas, toma e inhala coca-colas, celebra con devoción el super bowl con “nachos y chelas” y cada día más, un ligero sobrepeso. Pero sobre todo se mantiene fiel a su lema emancipador favorito: “los privilegios de mis amos no se tocan”.

Según las opiniones derivadas de tales encuestas amañadas nos parecen tratar de decir con sobada insistencia hasta convencernos: ¡Se recupera, se acerca, rebasa y gana por una lonja!

Engaña y vencerás es la consigna en la que se sustenta esta decadente postura en las campañas de la oposición reaccionaria, que nos han mostrado como pasar de los planes, programas y proyectos por un ideal, al cochinero del marketing de popularidad propagado entre las masas del “ganado electoral” en nuestros días. Pero en su desdén por el pueblo no se han dado cuenta, que ahora sí: El pueblo cuenta y sabe contar y decidir.

Nunca mejor aplicada, ante tamañas imposturas, la respetable opinión de Jorge Luis Borges cuando afirmó: “Descreo de la democracia, ese curioso abuso de la estadística”.

En el horizonte asoma la aurora de una nueva época. Logro entrever dos caminos divergentes y por tanto alternativos. En un lado encuentro con claridad un proyecto alternativo de Nación y Estado encabezados por mujeres con experiencia y capacidad. Por el otro vemos un desdibujado cúmulo de intereses de los poderosos y privilegiados, del poder, enanos del tapanco, emisarios del pasado y sobre todo nostálgicos del dinero público. Bloque opositor que eligió ser representados por una botarga en ambas contiendas. La elección revelará el poder popular para transformar a México como lo hizo nuestro generalísimo José María Morelos y Pavón en su momento. Seamos con nuestro voto sus dignos sucesores.

* Lector desescolarizado especialista en no volverse especialista