loader image

 

La mañana del lunes, nuevamente trabajadores de la salud en Morelos realizaron una protesta de brazos caídos en el Hospital General “Dr. José G. Parres” en Cuernavaca, a fin de continuar las movilizaciones que iniciaron desde la semana pasada.

Gil Magadán, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Salud, advirtió que las movilizaciones se intensificarán si no son atendidas sus demandas, y los paros se harán cada vez más prolongados, confirmando que actualmente se trabaja bajo protesta.

Decenas de trabajadores, con pancartas en mano, visibilizaron que a raíz de la transición al nuevo organismo federal IMSS-Bienestar, trabajan con carencias, además de que se han incumplido varios acuerdos, entre los que destacan capacitaciones, abastecimiento de medicamentos y más especialistas.

“No se pide nada exuberante. Se trata de primaria dominical, vacacional, que las plazas sean por escalafón, en fin, es paupérrimo todo esto. Sin embargo, a la entrada de este nuevo instituto, el cual respeto, se firmaron unos acuerdos básicos, que las prestaciones se iban a preservar y que repito son cosas sencillas”, dijo.

En este sentido, relató que, a la entrada del nuevo modelo de salud, se dejaron de pagar sus prestaciones y hay trabajadores que desde hace 100 días han sido perjudicados, inclusive, doctores que ya fueron jubilados, pero ya no reciben sus pagos porque las instituciones los desconocen, situación en la que se encuentran varias decenas.

“No hay nadie que nos escuche. Todos mandan oficios de puertas abiertas, pero la verdad no es. No le queda a uno más que empezar a alzar la voz y exigir que se respeten las condiciones laborales de trabajo. En lugar de buscar mejores condiciones, retrocedemos cuando ya hasta nos quitan lo más básico que incluso viene en la Ley Federal del Trabajo”, comentó.

La manifestación de brazos caídos en los hospitales, centros de salud y clínicas no afectará a las áreas vitales o críticas como quirófano, terapia intensiva ni urgencias, las cuales estarán cubiertas, tras recordar que son alrededor de 2 mil 500 trabajadores de la salud que han sido perjudicados.