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UNO. – Los partidos políticos tienen dueños y obedecen a los intereses de quienes los controlan. Sus ideologías, declaración de Principios y estatutos, con letras más que vivas muertas. Hablan de democracia y son las instituciones de interés público más antidemocráticas que existen.

DOS. – Se derrochan miles y miles, millones y millones de pesos en mítines, acarreos, desayunos y comilonas, propagandas con rostros maquillados, espectaculares, encuestas a modo, bots en redes sociales, entrevistas arregladas, son un derroche de dinero etcétera, etc.,

TRES. – Propaganda de plásticos o lonas altamente contaminante o pintas en bardas, posters pegados en árboles y panfletos que después de las elecciones ya nadie retira y se quedan ensuciando a las calles y contaminando a la ciudad visualmente. Todos se autonombran defensores del medio ambiente y cambio climático.

CUATRO. – Discursos llenos de promesas ofreciendo el oro y el moro; propuestas y planes con soluciones mágicas proyectando, de ser ciertas, a un país de primer mundo. Prometiendo programas sociales para acabar con la pobreza. Tienen excusas para todo y terminan super millonarios.

CINCO. – Esa es nuestra triste realidad de nuestra incipiente democracia. ¡Bueno! El que tiene el poder no lo quiere dejar, pone a sus candidatos a modo y hacen un sinnúmero de trapacerías.

SEIS. – Pues sea como sea o haiga sido como haiga sido. El 2 de junio tenemos que salir a votar. En fin, pues votemos por el que lata mejor en nuestro corazón ya sea candidato o candidata que a nuestro parecer sea el o la menos peor.

SIETE. – Está en nuestras manos, de los ciudadanos, exigir buenos resultados a los ganadores de las elecciones y construir una mejor democracia.