El presidente electo de Panamá José Raúl Mulino propone «cerrar la selva» frente a una frontera que ya no está en Estados Unidos sino en la selva del Darién. Migrantes de todo el mundo han optado por cruzar una ruta que empieza en Brasil, Argentina y Bolivia para llegar a Estados Unidos amén a las restricciones que existen en todo el mundo para la movilidad de las personas. El Darién es uno de los espacios más polémicos por su inhospitalidad. No sólo los políticos estadounidenses usan discursos xenófobos, también en América Latina han empezado a surtir efecto estos comentarios, aquí algunas notas.
José Raúl Mulino Quintero es abogado, diplomático y político panameño. Es el presiente electo a la República de Panamá y comenzará a ejercer su puesto el 1 de julio de 2024. Durante su discurso de proclamación y desde campaña ha propuesto «cerrar el Darién”, en tanto que «Panamá y nuestro Darién no es una ruta de tránsito. No señor, esa es nuestra frontera» (Zegarra, 2024) comentó el funcionario. Se propone «cerrar la selva» frente a una frontera que ya no está en Estados Unidos sino en su frontera. Comentó a mediados de abril durante su campaña electoral: “La frontera de EE.UU. en vez de (estar en) Texas se corrió a Panamá. Entonces tenemos que hacer un trabajo trilateral (entre EE.UU., Colombia y Panamá) y tienen que entender que Panamá no es un país de tránsito de inmigrantes» (Millán Valencia, 2024). A inicios de mayo comentó Mulino «Para que sepan los de allá y los que quisieran venir, que aquí el que llega, se va a devolver a su país de origen» (CNN-Español, 2024).
De acuerdo con Ariel Ruíz, analista del Instituto de Política Migratoria con sede en Washington «En el corto plazo, veo muy difícil llegar a resultados específicos. Lo que puede causar es más extorsiones por parte de coyotes o traficantes” (CNN-Español, 2024). De acuerdo con Ruíz, esto sólo creara un «efecto botella» que hará que las y los migrantes pasen más tiempo en Panamá, además de que se necesitarían más controles en Colombia y/o militarizar el control de estos flujos. Otra de las problemáticas es que el Darién es un espacio gobernado por nadie, la carencia de instituciones o de actores que puedan ejercer su poder en dicho espacio es casi nulo. De acuerdo con ACNUR los principales riesgos que viven las personas migrantes son robos, asaltos, secuestros, enfermedades, ataques de animales salvajes y accidentes en una selva con ríos montañas y lodazales (CNN-Español, 2024).
Las elecciones y sus ganadores en varios países han empezado a modificar las dinámicas migratorias, no sería erróneo comenzar a afirmar que con las elecciones de Venezuela, México y Estados Unidos afecten la dinámica y se tienda a la ralentización de la movilidad en el continente americano. Llama la atención que los discursos antinmigrantes que enarbolan los políticos no sean objeto de demérito para sus carreras políticas. No sólo existen políticos xenófobos en Estados Unidos también se han trasladado hacia Panamá. Como comenta Mulino, la frontera no sólo está en Texas, sino también en la Selva del Darién, una frontera restrictiva, discursiva, política y cultural.
Panamá dará de que hablar en materia migratoria en los próximos meses, pero presagio varias tendencias: la presencia militar de autoridades panameñas, el incremento de puntos de control fronterizo, la ralentización de la movilidad y el incremento del riesgo del cruce. Una vez más, ante las decisiones y discursos de los políticos, quién sufre es el migrante. La migración en la región se ha vuelto un “tango de tres” que se baila entre los migrantes que tratan de cruzar, los gobiernos de inmigración y tránsito, y el gobierno estadounidense. Presagio desde el pasado o análisis del presente: la frase de Saskia Sassen dice “Los países desarrollados están encontrando que sus políticas de inmigración son cada vez más ineficaces [y han empezado a efectuar] la transnacionalización de facto de la formulación de políticas de inmigración en los últimos años” (Sassen, 1996, p. 8). Los gobiernos de Aridoamérica hasta la Patagonia pretenden optar por la restricción de la movilidad entre fronteras, Panamá y sus gobernantes comienzan a adoptar medidas y discursos transnacionalizados o quizá es una actitud de los insiders hacia los outsiders de Norbert Elías, uno nunca sabe cómo juega la paciencia.
*Momoxca, internacionalista, escritor y migrantólogo.
