loader image

 

Las campañas desde los medios, una necesaria autocrítica

 

Por fin hoy se acaban las campañas, algo que seguramente agradecen los equipos de candidatas y candidatos, pero especialmente la ciudadanía que tendrá unos días de silencio para, idealmente, pensar en la decisión que este domingo, como uno cada seis años, deberá definir el rumbo político del país, el estado y cada uno de los municipios; o en el peor de los casos simplemente descansar de un apretadísimo mazacote de mensajes políticos de escaso contenido racional que durante las últimas semanas ha secuestrado la agenda pública.

Debe reconocerse que la narrativa que la mayoría de los medios de comunicación han hecho de las campañas como carreras de caballos o, peor, como arenas de lucha libre, poco ayuda a los políticos a elaborar sus propuestas y a la ciudadanía a tomar sus decisiones. Entre la disfunción mediática y la aparente liberación de responsabilidad que ello exige a los equipos de campaña y a los candidatos, fueron relativamente pocas las propuestas que pudieron llegar para orientar a la ciudadanía.

Convenencieros lectores o intérpretes iletrados de los hallazgos de Drew Westen (el investigador que identificó un origen más emocional que racional en las decisiones políticas de la gente), los equipos de campaña y muchas redacciones de noticias determinaron hace tiempo que los públicos son tontos, o por lo menos muy poco hábiles como para manejar conceptos complejos como los que se supone contienen las propuestas de gobierno, así que en las campañas se fabrican otro tipo de contenidos que algunos medios difunden sin filtro alguno, produciendo campañas que potencian los enconos y sacrifican los contenidos necesarios en el discurso político.

Tampoco todo está perdido, los medios hemos avanzado paulatinamente hacia nuevas formas de platicar las elecciones, algunos decidimos privilegiar los perfiles y propuestas, conscientes de que hay enormes diferencias entre las carreras de caballos y un proceso electoral (la principal es que los caballos dejan de correr y los guardan, y los candidatos cuando dejan de correr algunos se ponen a gobernar); otros moderaron el contenido de ataques entre los candidatos. Faltan algunas cosas, como establecer sistemas más eficientes para la verificación de datos y declaraciones; mejorar la comunicación y contraste de propuestas en bloques homólogos (seguridad, economía, salud, educación, infraestructura, etcétera); y promover más intensamente los contenidos racionales.

Debe reconocerse también que muchos medios han comunicado las campañas desde una postura de plano militante, exhibiendo su apoyo acrítico por algún contendiente; tundiendo cada vez que se puede a los otros, o ambas cosas. La ruptura del equilibrio atenta contra una de las virtudes necesarias en el periodismo y una de sus funciones como espacio para construir la paz a través del diálogo público.

Y cuando termino de escribir este párrafo nos enteramos del cuarto homicidio relacionado con la política en este proceso electoral. Ricardo Arizmendi Reynoso, comerciante, líder social y candidato suplente a la alcaldía de Cuautla por la coalición “Dignidad y Seguridad por Morelos, Vamos Todos”, fue asesinado en la plaza 12 de octubre de Tetelcingo. Arizmendi era parte de un grupo político que formaron ciudadanos y excandidatos a la alcaldía de Cuautla en el 2021, para apoyar una fuerza opositora al gobierno de Rodrigo Arredondo López, actual alcalde en busca de la reelección. El grupo operó la postulación de Jesús Corona Damián, antecesor de Arredondo.

En la otrora bella y segura Cuautla, la violencia se ha agudizado los últimos tres años, los homicidios y feminicidios se han vuelto ofensivamente cotidianos y la extorsión campea contra los comerciantes. Lejos de dedicarse a garantizar una ciudad segura, Rodrigo Arredondo se ha dedicado a atacar a quienes él considera sus adversarios políticos que, entre sus caricaturescas sospechas y la falta de resultados se su administración deben ser una lista enorme, periodistas, opositores de partido, opositores dentro de Morena… Arredondo ha emprendido campañas contra Lucy Meza, Paola Cruz Torres, Juanita Guerra Mena, Jesús Corona, Raúl Tadeo Nava y también contra periodistas y ciudadanos.

Y mientras el alcalde de Cuautla combate a los cuautlenses, la delincuencia parece dispuesta a acabar con ellos. En la Heroica, Histórica (y cada vez más cercana a ser Mártir) ciudad de Cuautla, han ocurrido tres de la decena de ataques relacionados con la actividad política; los asesinatos de Giovanni Lezama y ahora de Ricardo Arizmendi y el ataque a balazos a Jesús Corona Damián; todos ahora de la misma fuerza política.

Y difícilmente podría afirmarse que todos los promotores de enconos y polarización son responsables de la violencia, pero habrá que reconocer lo poco que ayudan los discursos de odio o desprecio para una vida en paz.

Mucho podemos aprender de estas campañas: el hecho de que contiendan solo mujeres por la gubernatura no hace más propositivo, decente ni pacífico el proselitismo; la violencia verbal y las falsedades generan muy pronto violencia física; las fake news se combaten con información oportuna regularmente aporte de las empresas periodísticas; el periodismo militante hace más daño que bien a la sociedad y quienes lo practican; los políticos y sus equipos están obligados a colaborar en la construcción de la paz.

Lo que toca a los ciudadanos es salir a votar el domingo que, a final de cuentas es la tarea más importante en la política; los demás tenemos mucho que hacer para mejorar.

@martinellito

martinellito@outlook.com