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Héctor H. Hernández Bringas

En la víspera de la elección 2024 en México, resulta de interés conocer cuáles son algunos de los aspectos más relevantes de la lista nominal de electores, que es la que está integrada por aquéllos que tienen el derecho efectivo a votar[2]. Además de conocer algunos aspectos de cuántos y quienes conforman la lista nominal, resultara interesante analizar cómo los grupos que lo conforman (sexos, edades, regiones) se han comportado en el pasado reciente en términos de participación y preferencias electorales y, en función de ello, preguntarnos si es posible esperar algo similar o distinto frente al actual proceso, particularmente en lo que hace a la elección de presidenta de la República.

Perfil demográfico y territorial de la lista Nominal (LN)

De acuerdo con cifras al 8 de febrero[3] en la LN hay 98.2 millones de votantes. De ellos, 97.5 millones residen en México, y 630.5 miles son compatriotas viven en el extranjero.

De los residentes en México que están en la LN, podrán votar 46,891,353 hombres y 50,672,291 mujeres (52% son mujeres). Una mayoría femenina que implica que, por cada 100 mujeres con posibilidades de votar, sólo podrán hacerlo 93 varones. Si se observa por grupos de edades, notamos que en las etapas más jóvenes de la vida habrá paridad entre los sexos de los potenciales votantes. Sin embrago, a partir de los 30 años se irá ampliando la brecha a favor de las mujeres hasta las edades más extremas en las que solo podrán votar 88 hombres por cada cien mujeres. La menor cantidad de hombres en edades activas obedece fundamentalmente a factores como la emigración y la mayor prevalencia entre varones de muertes violentas (homicidios, suicidios y accidentes). En las edades más avanzadas, la desventaja numérica de varones obedece a su mayor mortalidad por enfermedades crónico – degenerativas.

Es importante destacar que, por primera vez en la historia de país, la lista nominal del INE registra personas con identidad sexo genérica no binaria. Se trata de 98 personas que decidieron registrase de esa manera. Si bien aún son pocas, es un indudable avance por parte del INE, ya que la credencial que otorga esta institución es un auténtico registro de identidad ante muy diversas instancias de la sociedad. El bajo número de estos registros no permite, por el momento, mayores análisis, salvo consignar que en su gran mayoría corresponden a registros de las ciudades de México y Guadalajara.

Grupos de edad

La composición por grupos de edad de la lista nominal da cuenta de una gran cantidad de jóvenes que por primera vez habrán de votar, al menos por presidente de la República: 15.4 millones menores de 24 años. Si consideramos (de manera totalmente arbitrara) que la juventud es hasta los 30, el voto potencial de jóvenes alcanzaría los 26.4 millones de personas. También llama particularmente la atención el voto potencial de la tercera edad con 12.6 millones.

No obstante, el peso más importante de voto potencial está en las edades que podríamos llamar (también arbitrariamente) de “madurez” o plenamente activas: entre los 30 y los 64 años, hay 58.5 millones de potenciales votantes.

Fuente: Elaboración propia con datos de INE, 2024 – 2

Como es de esperar, el peso electoral de las entidades federativas del país se corresponde plenamente con sus dimensiones demográficas. En sólo cuatro entidades, recae más de un tercio de los votantes potenciales: Estado de México, Ciudad de México, Jalisco y Veracruz. Si se agregan Puebla, Guanajuato, Nuevo León y Chiapas tendríamos, en ocho entidades, más de la mitad de los potenciales votantes. En contrapartida, poco menos de la mitad de la votación posible se dispersa en los 24 estados restantes.

Fuente: Elaboración propia con datos de INE, 2024 – 2

Los potenciales votantes en el extranjero (630,513 personas), apenas representan el 0.64% de la lista nominal, importancia numérica no menor que es equiparable a los votantes en estados como Baja California Sur y Campeche. Casi 9 de cada 10 votos potenciales corresponden a edades activas, y es mayoritariamente masculino: 120 votantes hombres por cada cien votantes mujeres, lo que corresponde con las características demográficas de la emigración mexicana, que es fundamentalmente masculina y en edades laborales.

La participación y la abstención electoral

Por supuesto que es imposible saber en qué medida participará la población en el proceso en curso. Pero un buen indicio nos lo ofrece los niveles que se han registrado en procesos anteriores. Desde luego, la participación siempre es mayor cuando está en juego la presidencia de la República con porcentajes que rondan el 60 por ciento, de acuerdo con lo observado en las elecciones de 2012 y 2018. En cambio, cuando no hay elección presidencial la participación difícilmente alcanza el 50% de la lista nominal.

De manera que no esperaríamos que la participación en el proceso electoral en curso fuera inferior al 60%. Por el contrario, si la polarización política que se ha gestado en la actual administración se expresa, sería esperable un sufragio histórico.

Si bien en la LN las mujeres superan a los hombres por 2 puntos porcentuales, en la práctica, esta brecha se amplifica porque las mujeres participan más que los hombres: en las dos recientes elecciones presidenciales la diferencia en niveles de participación fue superior a 7 y 8 puntos porcentuales a favor de las mujeres (de acuerdo con los cómputos electorales INE, 2024 – 4).

Si observamos la participación del electorado en las elecciones de 2012 y 2018 por grupos de edad, apreciamos que es muy similar en ambos años. Entre los muy jóvenes (18 y 19 años), puede notarse un cierto entusiasmo participativo que sin embrago se atempera significativamente entre los 20 y 35 años.

Realmente los niveles de participación más altos (por encima del promedio) se dan a partir de los 35 años y hasta antes de los 65. Es en las que podríamos llamar “edades activas” donde se registra la mayor participación. Pero también en tramos importantes de la “tercera edad” (65 a 80 años) se da una participación por encima del promedio

Fuente: Elaboración propia con datos de INE, 2024 – 4

Los niveles de participación en los estados y regiones del país también han sido contrastantes. De acuerdo con los cómputos electorales (INE, 2024 – 3) en 2012, el rango de participación en las entidades federativas fue entre 51.5 % (en Michoacán y Chihuahua, estados violentos) y 75.3% en Yucatán (estado pacífico). En 2018, con una menor participación general, ese rango se ubicó entre 43.2% en Sonora y 68.4, otra vez, en Yucatán como la entidad más participativa. En una apreciación general, se observaron mayores niveles de participación electoral en el centro – sur del país, y una tendencia a la menor participación de los votantes en buena parte de los estados del norte.

¿Por quién votaron para presidente los grupos sociodemográficos y los estados en 2018?

En 2018 Andrés Manuel López Obrador (AMLO) obtuvo una votación histórica que supero los 30 millones de votos, (55 de cada cien votos efectivos en todo el país). Es decir, AMLO superó por mucho a sus oponentes en lo individual, ya que Ricardo Anaya solo obtuvo el 23%, José Antonio Mead el 17% y otros candidatos (el “Bronco” incluido) el 5%, pero no debe perderse de vista la otra cara de la moneda: casi la mitad de la población (45%), no le otorgo el voto a AMLO. (Téngase presente, asimismo, que en la elección intermedia de 2021, sin AMLO en la boleta, el 56% no le otorgó el voto a Morena y aliados). Ello es digno de subrayarse ya que en 2024 los principales opositares están unificados.

Es posible que analizar la forma en que se votó en 2018 y 2021, nos dé un marco de referencia de lo que ocurriría de cara a la elección presidencial de 2024.

Conocer las características de quienes votaron y por quien votaron, sólo es posible a través de encuestas postelectorales. En este apartado recurrimos a una encuesta postelectoral realizada por el Centro de Investigación y Docencia Económica y el (CIDE, 2018)[4], institución académica que bajo el proyecto “Estudio Nacional Electoral”, desarrolla estos ejercicios desde el año 1997. Estudios como este nos permiten observar las preferencias de los electores de acuerdo con su edad, sexo y otras variables de interés. Revisaremos las preferencias electorales de acuerdo con variables como las señaladas, en la elección presidencial de 2018.

De acuerdo con la referida encuesta, 49.3% de las mujeres votaron por AMLO y, por escaso margen, favorecieron más a los otros candidatos en conjunto. Los hombres, en cambio, le dieron su apoyo con el 54% de sus votos. Es justamente en las edades activas (que son las de mayor peso electoral) donde AMLO tuvo menor apoyo femenino y mayor apoyo masculino.

La votación a favor de AMLO se dio independientemente del nivel socioeconómico de los votantes. Una forma de corroborarlo es a través de los niveles de escolaridad. La encuesta del CIDE nos informa que los electores, independientemente de su nivel de estudios, en todos los casos votaron a su favor.

Por lo que hace a la parte territorial, con datos del INE, López Obrador obtuvo la mayoría absoluta en 20 entidades federativas, y no lo logró en 12 entidades, en las que los candidatos opositores en conjunto lograron una mayor votación (INE, 2024 – 3). Sólo fue derrotado en Guanajuato por un candidato en lo individual (Ricardo Anaya).

Una cuestión por considerar es el hecho de que existe una cierta correlación (por supuesto no absoluta) entre las entidades donde AMLO tuvo menos votos y aquellas en las que hubo más abstención. Es decir, donde AMLO no gano la mayoría absoluta, los ciudadanos no salieron a votar en alta proporción.

Fuente: elaboración propia con datos de INE (2024 – 4) y INE (2024 – 3).

El análisis del perfil de los potenciales votantes nos corroboró la importancia del voto femenino, del enorme peso de voto en las edades activas, y el gran contingente de jóvenes que podrán votar. Pero de la observación de procesos anteriores, también queda claro que, en la práctica, los jóvenes tienen baja participación, las mujeres votan en una proporción más significativa que los hombres, y que el grueso de la votación efectiva está en las edades activas y en una parte de la tercera edad.

Es de destacar que, en 2018, (de acuerdo con las fuentes consultada) las mujeres no le otorgaron la mayoría absoluta a (AMLO), y tampoco la obtuvo en 12 entidades federativas que son de alta abstención y en su gran mayoría son del occidente y norte de país. Un incremento de la participación en estas entidades puede ser decisivo. En la elección presidencial de 2024, entonces, habrá que poner particular atención al voto femenino y a varias de las entidades del occidente y norte del país.

Este proceso electoral

La elección presidencial en 2024 ha sido descrita como un proceso plebiscitario de aceptación o rechazo al proyecto de la llamada cuarta transformación (4T): continuidad o cambio parece ser la disyuntiva de los electores. Si en 2018 López Obrador obtuvo una votación histórica que supero los 30 millones de votos, (55 de cada cien votos efectivos en todo el país) sus oponentes, divididos, obtuvieron un no despreciable 45% del voto efectivo. En 2021 el 55.7% del voto efectivo no favoreció a la coalición Morena/PT/Partido Verde.

Ello es digno de subrayarse ya que en 2024 los principales opositares estarán unificados, por lo cual sí parece prefigurar una elección plebiscitaria. Si bien López Obrador “arrasó” frente a otros candidatos, lo cierto es que prácticamente la mitad de los votantes no le otorgaron su confianza. Es verdad que AMLO no estará en la boleta, pero si lo estará su proyecto de nación.

¿Por qué ha parecido importante este momento revisar el comportamiento de los votantes en 2018, y particularmente el voto en favor o en contra de López Obrador? Porque considero que nos ofrece un referente útil de lo que, a mi parecer, es el tope máximo de votación a favor de Morena en una elección presidencial. Lo considero así porque en 2018, prevalecían condiciones que hoy no están presentes: había un desencanto con el sexenio priista de Peña Nieto, plagado de corrupción y frivolidad; había quedado atrás la opción del cambio en favor del PAN, con los gobiernos de Fox y Calderón; AMLO representaba una nueva esperanza para millones de votantes que, de todas las edades, en todos los sectores sociales y a lo largo del territorio le otorgaron su apoyo.

Al cabo de casi 6 años de ejercicio del poder, muchos de esos mexicanos han visto en la opción 4T y aliados promesas no cumplidas, decisiones erráticas y, particularmente, un fracaso en la contención del crimen organizado y la gestión institucional de la salud y la educación. Aunque a su favor están los programas sociales que han permitido el acceso a recursos a millones de familias. La sombra de AMLO estará presente en la decisión del electorado en 2024, pero no es lo mismo, en términos de arrastre, Andrés Manuel que Claudia.

Los grupos de alta participación en los comicios, que son los que están edades activas y en tramos de la tercera edad, han sido afectados en este periodo de gobierno, tanto por los efectos de la de la inseguridad (homicidios, desapariciones, extorciones, secuestros) y la impunidad resultante de un estado incapaz, así como por el manejo y la falta de atención durante la pandemia por COVID 19, no sólo en términos de muertes, sino por un sistema de salud pública rebasado. Por otro lado, también ha visto políticas que los han beneficiado como, destacadamente, el aumento de los salarios mínimos y la pensión universal para adultos mayores.

También por su alta participación, las mujeres jugarán un papel clave en la elección. Desde luego que ellas no constituyen un grupo homogéneo. Faltara ver que pesa más en sus decisiones: el retiro de apoyos y la falta de atención a sus demandas en la actual administración, o bien los recursos obtenidos por ellas o sus familiares a través de las transferencias directas de los programas sociales de la 4T.

Por su parte, los sectores medios que en buena medida también otorgaron su apoyo a AMLO en 2018, en la actual administración han sido objeto de un discurso agraviante y han estado fuera de foco la mayoría de los programas sociales.

Una cuestión a considerar, también, es hasta qué punto se superará el abstencionismo que ha sido mayor en entidades donde AMLO no obtuvo mayoría absoluta. El abstencionismo en México ha superado el 40%, lo que en la lista nominal actual significa más de 39 millones de votos, suficientes para perder o ganar una elección. Frente a un escenario polarizado, habría que ver si los abstencionistas se movilizan y en qué dirección.

Referencias.

Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE; 2018). Consultado en: 2018 | ENEM (estudionacionalelectoral.org)

Instituto Nacional Electoral (INE, 2024 – 1). Lista Nominal | INE .

Instituto Nacional Electoral (INE, 2024 – 2). Datos por rangos de edad, entidad de origen y sexo del Padrón Electoral y Lista Nominal 2024. Consultado en: Datos Abiertos – Instituto Nacional Electoral (ine.mx)

Instituto Nacional Electoral (INE, 2024 – 3). Consultado en: https://computos2018.ine.mx/

Instituto Nacional Electoral (INE, 2024 – 4). Estudios censales de participación ciudadana 2009 -2018. Consultado en: Datos Abiertos – Instituto Nacional Electoral (ine.mx)

Notas

  1. s Versiones más extensas de este articulo aparecieron publicadas en: Gerardo Vázquez y Antulio Sánchez Elecciones 2024. México ante la encrucijada. Topodrilo libros, México, 2024, Y “La elección 2024, el perfil de la lista nominal y las preferencias electorales”, en Notas de coyuntura Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, 2024, para consulta en Repositorio Universitario del CRIM: La elección 2024: el perfil de la lista nominal y las preferencias electorales (unam.mx)

  2. El Padrón Electoral es la base de datos que contiene la totalidad de ciudadanos inscritos para obtener su Credencial para Votar, en tanto que la Lista Nominal de Electores es la relación que contiene nombre y fotografía de los ciudadanos registrados en el Padrón Electoral y con Credencial para Votar vigente el día de las elecciones. Definiciones tomadas de Lista Nominal | INE. (INE, 2024 – 1)

  3. Cifras que seguramente estarán muy cerca de ser las definitivas ya que el registro residente en México ante el INE cerro el 22 de enero, y el 25 de febrero para votantes en el extranjero.

  4. Encuesta cara a cara levantada entre el 7 y 15 de julio de 2028, representativa de la población nacional de 18 años y más. Se aplicaron 1,239 entrevistas