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Hace un par de días, el Instituto Nacional de Migración (INM) realiza esta noche un operativo para desalojar a los migrantes que llevaban varios meses acampando en la Plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez de la Ciudad de México.

El INM informó que “El @INAMI_mx con apoyo de @GN_MEXICO_, @GobCDMX, @SSC_CDMX, @SGIRPC_CDMX, @SOBSECDMX y @CDHCMX atendió a las personas migrantes que permanecían en la plaza “Giordano Bruno” y llevó a cabo su traslado a espacios del #INM en Morelos, Edomex y de la CDMX.”

Durante el desalojo de la plaza -acción que demandaban los vecinos del la zona que veían invadidos sus espacios públicos- las personas en situación de migración dudaban que las autoridades mexicanas cumplieran con su palabra de proporcionarles la residencia que les prometían para que abordaran los autobuses en los que los trasladarían a los estados de México, Hidalgo y Morelos.

Aquí, por lo menos 70 de estos migrantes, entre los que hay familias enteras con menores de edad, si bien recibieron “papeles” -aunque no la residencia, sino la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH) con vigencia de un año, fueron abandonados a su suerte: tras cumplir con el trámite simplemente se les indicó la salida de la oficina de migración.

El problema de la migración en los tiempos que corren es sumamente complejo y ninguna nación ha logrado darle solución, al contrario, ha sido causa de roces entre naciones en donde salen a colación discursos sobre soberanía y fronteras que, más bien, polarizan la situación como sucede en estos mismos momentos en la frontera norte de México en donde el cierre de las fronteras es ya un tema electoral, a pesar de que en 2020 los migrantes representaban el 17.4% de la fuerza laboral en Estados Unidos, desempeñando roles cruciales en varios sectores económicos, como reconoce el Instituto de Política Migratoria (MPI).

El caso es que, por diversas razones hay, a nivel global, varias naciones en donde su población se ve precisada a buscar alguna alternativa de sobrevivencia que se les niega localmente y tienen que arriesgarse a intentar llegar a donde ellos creen que podrían encontrar mejores condiciones de vida. La migración masiva obligada es un desafío internacional y un profundo caso de Derechos Humanos.

Por lo pronto, el INM no tiene mejor alternativa que dispersar el problema de una colonia en la Ciudad de México a varias en los estados vecinos y cumplir a medias con lo que promete pues, por lo menos en nuestro caso, los migrantes no fueron trasladados a ningún “espacio del #INM en Morelos”, como prometió y habría que averiguar si por lo menos buscaron el consentimiento de alguna autoridad local para dejar a su suerte en las calles de Cuernavaca a 70 seres humanos que lo único que quieren es tratar de llegar a Estados Unidos.