La pasada jornada electoral se vivió en paz y las instituciones electorales funcionaron como ya nos tienen acostumbrados: con transparencia y eficiencia. Las vicisitudes que se pudieron haber presentado caen dentro de la “normalidad” para un ejercicio nacional en el que participaron millones de personas.
Los resultados asombraron a más de uno pero, precisamente por la operación de las instituciones electorales, podemos tener la confianza de que fueron reales y que reflejan la voluntad de la mayoría: justo el valor central de las democracias.
Aún hay incidentes que se deberán aclarar e inconformidades que habrán de satisfacerse para salud de nuestra democracia, nuestras leyes y de todo nuestro sistema político, pero difícilmente cambiarán los resultados que ya conocemos.
Ganar como lo hicieron Claudia Sheinbaum, a nivel federal, y Margarita González Saravia aquí en Morelos, no solo les otorga un triunfo irrebatible, sino también un compromiso de las mismas proporciones.
Es tan claro el mensaje de la mayoría que casi no se presta a interpretaciones: se busca que en las próximas administraciones sexenales se haga realidad la transformación profunda de México y de Morelos. No ganó el Presidente de la República, ganó un ideario que apunta a metas establecidas hace seis años.
Se espera que se concrete el combate a la corrupción, una mejor distribución de la riqueza, depuración sustancial de los servicios y de la administración públicas, desarrollo económico tangible, pacificación nacional y tranquilidad para todos los mexicanos y mexicanas, entre otras cosas.
Ya en marcha la embarcación, ahora la mayor parte de los mexicanos pide que se llegue a buen puerto. Tras haberse establecido el rumbo y batallar con las inercias heredadas, a las próximas administraciones sexenales se les van a exigir resultados. Ese es el compromiso que conlleva el resultado tan claro de estas elecciones
En vísperas de que inicie formalmente un nuevo sexenio, hacemos votos para que la presidenta electa de la República y la gobernadora electa de Morelos tengan el mayor de los éxitos, ciertamente eso es lo que más le conviene a la nación, y los votos les han otorgado la legitimidad necesaria para que todos -no solo lo que votaron a su favor- avancemos por el camino que establezcan y por el que sea mejor para México y para el estado de Morelos.