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Lo que debemos saber sobre el caso humano de influenza aviar H5N2 en México

Celia Mercedes Alpuche Aranda*


El 5 de junio próximo pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el 23 de mayo previo, que el punto focal del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de México informó a la Organización Panamericana de la Salud sobre un caso confirmado de infección humana por el virus de influenza aviar A(H5N2), y que derivó en el fallecimiento del paciente. Este es el primer caso, reportado en el mundo, de una persona en cuyo proceso de enfermedad y defunción estuvo involucrada la infección por dicho virus.

Sin embargo, aun cuando existen también cepas de alta y baja patogenicidad, la capacidad del A(H5N2) para causar infecciones en humanos se ha descrito como muy baja; asimismo, los contagios son por lo general asintomáticos o presentan sintomatología muy leve. Este virus se ha identificado previamente en México, en brotes ocurridos entre aves de corral, incluyendo aquellos que se presentaron en el Estado de México, de donde era residente el paciente referido.

Existen otros virus de influenza aviar, principalmente el A(H5N1) y el A(H7N9) que se han reportado como causante de infecciones en humanos que han estado en contacto directo principalmente con aves infectadas y que producen neumonía grave que puede desencadenar en muerte entre el 30 a 50% de los casos. De estos el A(H5N1) es el que más se encontrado aun cuando continua sin capacidades de transmisión de humano a humano afortunadamente. Por esta razón la OMS considera al virus de influenza A (H5N1) con potencial pandémico y recomienda la vigilancia continua de estos virus.

Recientemente se ha descrito un brote de influenza aviar A(H5N1) en vacas lecheras en granjas de diversos estados de Estados Unidos y se han contagiado tres personas trabajadoras de estas granjas, pero los casos han sido leves. Lo anterior indica que este virus sigue con baja capacidad de infectar y transmitirse de humano a humano.

El caso que se ha presentado en nuestro país se trata de una persona de 59 años, con antecedente de enfermedades graves crónicas de larga duración como insuficiencia renal que requería tratamiento de diálisis, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial sistémica. Se hospitaliza en estado muy grave el 24 de abril, y horas después, el mismo día, fallece en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas” (INER). Como parte del protocolo de atención médica en esta institución, se le tomaron muestras para virus respiratorios; después del análisis en laboratorios especializados del mismo hospital y en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (InDRE) de la Secretaría de Salud, se identificó el virus de influenza A(H5N2). El hecho de que esta persona haya acudido a un instituto nacional de salud como el INER, con protocolos establecidos, recursos humanos e infraestructura de alto nivel, favoreció la identificación de un virus que difícilmente causa infección en humanos.

Un grupo de expertos médicos, microbiólogos, veterinarios y de otras disciplinas examinaron todos los datos del caso y dictaminaron que, aun cuando esta persona estaba infectada por el virus de influenza A(H5N2), la causa directa de su muerte fue consecuencia de los padecimientos crónicos que la aquejaban.

Los análisis del material genético del microorganismo identificado en este paciente lo clasifican como un virus de influenza aviar A(H5N2) de baja patogenicidad, y aunque en este caso en particular no se documenta contacto directo con aves de corral domésticas ni de granjas de producción, ni con algún tipo de aves, ya autoridades competentes habían reportado brotes por dicho virus en granjas de pollos ubicadas en la localidad de residencia de esta persona.

Lo que debe dar tranquilidad a la población es que las autoridades de salud federales y estatales relacionadas con el caso, así como personal competente de Semarnat y de Senasica, establecieron de inmediato una estrategia integral de estudio del caso, siguiendo las directrices de la OMS para el abordaje de “Una Salud” (interfase salud humana-animal-ecosistemas) debido a que estas son infecciones de tipo zoonótico donde los animales tienen un papel preponderante en la diseminación y eventualmente en la transmisión. Hasta el día de hoy no se han encontrado casos sintomáticos respiratorios o colonizantes con este virus, entre contactos humanos de este paciente, ni en aves domésticas o de granja o fauna silvestre relacionadas con el área geográfica del caso.

Será muy difícil establecer en retrospectiva la fuente del contagio para esta persona, pero sí es importante considerar que, dadas las condiciones de compromiso crónico grave de salud que tenía esta persona, se favoreció la infección con un virus que de otra manera es muy difícil que produzca infección en humanos. El hecho de que haya una alta similitud entre este virus y el que ha causado brotes en aves de corral en la zona de influencia de su residencia, sugiere que el microorganismo en cuestión pudiera estar circulando; sin embargo, y como se ha descrito, este virus no tiene una alta capacidad de infectar humanos sanos y menos de sostener la transmisión de humano a humano.

Cabe aclarar, además, que el consumo de carne de pollo o huevo bien cocidos no representa peligro para la salud del ser humano, y las medidas precautorias a seguir son semejantes a lo que debemos hacer ante cualquier infección respiratoria: utilizar cubrebocas en caso de síntomas respiratorios y ventilar espacios; el lavado de manos de forma frecuente con agua y jabón o soluciones a base de alcohol al 70 por ciento; cubrir la boca y nariz al toser o estornudar; lavar las manos antes de manipular alimentos cocidos y después de manipular alimentos crudos; cocer adecuadamente carne de pollo y huevo (mayor a 70°C); no utilizar los mismos utensilios para manipular alimentos crudos y cocidos; evitar tocar o acercarse a animales silvestres; no manipular o recoger animales muertos; no tocar aves o animales de corral enfermos o muertos por causas desconocidas. En el caso de los trabajadores de granjas se deben de seguir todos los protocoles de rutina establecidos, entre los que están utilizar guantes, cubrebocas y ropa protectora.

Como indica la OMS y la Secretaría de Salud de México, se considera que el riesgo que representa este virus para la salud de la población en general es bajo, y por lo tanto el anuncio emitido recientemente no debe causarnos alarma. Debemos tener confianza en que dicho riesgo está siendo atendido adecuadamente por las autoridades competentes.

* Especialista en salud pública. Invitada por el Dr. Eduardo C. Lazcano Ponce.