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El pasado 23 de mayo el Rector Leonardo Lomelí, después de una consulta a la comunidad universitaria, presentó ante la misma, el Plan de Desarrollo Institucional 2023-2027 de la UNAM (PDI), que será la hoja de ruta que oriente las políticas y estrategias que se deberán seguir en el quehacer universitario durante los próximos cuatro años, a partir de siete ejes rectores (Universidad incluyente y al servicio de la Nación, impulso a la carrera académica, fortalecimiento y renovación de la docencia, consolidación y apoyo a la investigación, ampliación de la difusión cultural y la extensión académica, vinculación nacional e internacional y administración y gestión institucional), dos ejes transversales (igualdad de género y sostenibilidad), 49 líneas programáticas y 296 proyectos que lo integran.

El PDI está orientado a consolidar el papel de la Universidad Nacional como referente y actor indispensable, el cual contribuye a solucionar las diversas problemáticas que hoy afectan el desarrollo de México y a garantizar una educación e investigación de calidad al servicio de la sociedad.

Respecto a las diversas problemáticas nacionales e internacionales existentes, el diagnostico que se realizó presenta un entorno desafiante, en donde observa que existe malestar con la forma en que se ha gestionado la globalización, que ha tenido entre sus daños colaterales el retorno de fundamentalismos religiosos, de extremismos ideológicos y de posiciones que cuestionan las explicaciones científicas a los problemas que encara la humanidad; además, la progresiva pérdida de confianza en los actores políticos tradicionales y en el sistema democrático como forma de gobierno; la inestabilidad y lento crecimiento en la economía, sumada a los problemas estructurales, como la profunda inequidad en la distribución del ingreso y la riqueza, que limita las posibilidades de crecimiento del país y erosiona el tejido social, aunado a las otras formas de desigualdad prevalecientes, como la inaceptable desigualdad de género; los altos niveles de pobreza, la fragilidad fiscal del Estado, los contrastes del desarrollo regional, los saldos de una urbanización desordenada y la aguda crisis de la agricultura, la migración, la crisis en el abasto de agua, el ineficiente aprovechamiento de buena parte del territorio nacional, entre otras problemáticas.

Estos son algunos de los desafíos que deben enfrentar de manera decidida las instituciones académicas, al combatir la desinformación y reivindicar la importancia del conocimiento científico para entender el mundo, así como la búsqueda del diálogo y el logro de acuerdos para resolver problemas. En lo particular, nuestra Universidad debe hacer frente de manera previsora y responsable a los distintos retos que se le plantean en los ámbitos de sus funciones fundamentales: la docencia, la investigación y la difusión de la cultura, así como los que se derivan del papel que ejerce en el sistema educativo nacional, de su importante liderazgo académico en el ámbito iberoamericano, de la necesaria adecuación de su conducción institucional y su administración a la consecución de las metas académicas de la instrucción.

El Rector Leonardo Lomelí destacó la importancia que tiene la Universidad para nuestro país y el gran compromiso que adquiere, al señalar que “La Universidad Nacional Autónoma de México es el proyecto educativo, científico y cultural más importante de México. Su impacto en la sociedad, en las instituciones de la nación y en las familias mexicanas es evidente. La Universidad Nacional es la institución de educación superior con un claro compromiso con el desarrollo y la inclusión social que, a partir de la docencia, la investigación y la difusión cultural promueve el conocimiento científico y humanístico para ponerlo al servicio de nuestro país”.

Desde luego, también se debe destacar la importancia que se da a la educación y la necesidad de que sea de vanguardia al indicar que “la educación es uno de los principales instrumentos de transformación social, en ese sentido resulta importante insistir en la necesidad de superar rezagos y evitar retrocesos en todos los niveles educativos. Si México aspira a ser un país más próspero y democrático, es necesario asignar a la educación la prioridad que le corresponde en el desarrollo del país. Se requiere un nuevo tipo de desarrollo, sostenible en lo social y en lo ambiental, que permita cerrar las brechas de género, de pobreza, de distribución del ingreso y la riqueza y, para todo ello, la variable estratégica es la educación. Por eso se requiere mejorar la calidad de la educación, e incluir y arraigar en los planes de estudio y en la práctica cotidiana de la docencia, una cultura a favor de la igualdad de género, de la sustentabilidad ambiental y de respeto a la diversidad en todas sus manifestaciones”.

Es necesario que el PDI 2023-2027 lo identifique la comunidad universitaria como suyo -pues así lo es- y participen desempeñando las funciones que les correspondan con entusiasmo y entrega. La Realización del Programa ayuda a sus propias realizaciones y facilita alcanzar objetivos sociales.

Finalmente, debemos decir que la Universidad Nacional de México este año fue rankeada, por segundo año consecutivo, dentro del selecto grupo de las 100 mejores universidades del mundo en el lugar 94. El ranking internacional QS 2025 califico a la UNAM, en cuatro de los nueve indicadores evaluados, con marcas superiores a 90 puntos sobre 100. ¡Enhorabuena!

*Especialista en Derechos Humanos